Al menos siete farmacias, entre ellas una ubicada en el Hospital Central de San Cristóbal, habrían quedado en quiebra sin una explicación clara por parte de los propietarios a los 70 trabajadores que hoy solo exigen el pago correspondiente de sus liquidaciones.
Corresponsalía lapatilla.com
Este viernes un grupo de farmaceutas y otros trabajadores se presentaron ante la Inspectoría del Trabajo para exigir a los propietarios de Farmacia Central el pago de sus prestaciones.
Una trabajadora en compañía de varios compañeros, a través de un video que ha circulado por las redes, aseguró que el pasado 30 de diciembre les anunciaron que la cadena de farmacias había quebrado.
Sin embargo, ellos debían continuar laborando para dejar inventarios de los productos en cada farmacia y luego les pagarían.
Pero debido a la incertidumbre, decidieron denunciar ante la Inspectoría del Trabajo por lo que esperan por la liquidación que les corresponde.
“Hay trabajadores que tienen laborando desde hace un año; otros, dos, tres y hasta cinco años, por lo que esperan por su pago”, denunció la trabajadora frente a la sede de la Inspectoría del Trabajo.
Cabe destacar, que esta cadena de farmacias comenzó a crecer muy rápidamente en pocos años, con instalaciones grandes, muy iluminadas, modernas, y con precios tan bajos en el mercado, que en muchas ocasiones les resultaba dificil a las farmacias tradicionales competir con ellas.
Por otra parte, se conoció de manera extraoficial que uno de los propietarios estaba relacionado con un médico cubano, quien habría abandonado la ciudad sin dar explicaciones a los encargados de las farmacias.