Una de las motivaciones más comunes por las cuales las personas se inscriben en el gimnasio y deciden iniciar una rutina de entrenamiento tiene que ver con eliminar esos kilos de más. Por lo general, estos se manifiestan a manera de ‘gorditos’, que no son otra cosa más que grasa acumulada.
Por Semana
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón (FEC), “la zona del cuerpo en la que se encuentra acumulada la grasa es un factor de riesgo cardiovascular más importante que el exceso de peso (obesidad o sobrepeso)”. En tal virtud, recomienda medir el perímetro abdominal en lugar de calcular únicamente el índice de masa corporal (IMC).
“En función de la localización del exceso de grasa, existen dos tipos de obesidad; la llamada periférica (el exceso de grasa está situado en glúteos, muslos y brazos), y la central (el exceso de grasa se concentra en el abdomen). Esta última es la que tiene peores consecuencias para el organismo, ya que diversos estudios han demostrado que el exceso de grasa abdominal puede multiplicar por dos el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular”, precisa la FEC.
Esta dinámica tiene su fundamento en que la grasa acumulada alrededor de algunos de los principales órganos del cuerpo, denominada grasa visceral, promueve alteraciones del colesterol, aumento de triglicéridos, incremento del riesgo de padecer diabetes, subida de la tensión arterial y riesgo de trombosis.
En su conjunto, los factores mencionados previamente aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades de tipo cardiovascular. “Esta acumulación de grasa es consecuencia de factores genéticos, hormonales y de seguir unos hábitos de vida poco saludables como son la mala alimentación, el consumo de tabaco, el sedentarismo o el estrés”, anota la FEC.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el valor máximo saludable del perímetro abdominal en 88 centímetros en la mujer, mientras que en el hombre el valor es de 102 centímetros.
¿Cómo reducir la grasa abdominal?
Entendiendo los riesgos asociados a la acumulación de grasa en la región abdominal, resulta conveniente tomar acciones para prevenir complicaciones de salud. Para ello es recomendable acudir a un médico de confianza para establecer una dieta y plan de ejercicios adecuado.
En principio, la grasa es energía acumulada, la cual se almacena en distintos espacios del cuerpo. Esto sucede cuando el gasto calórico del organismo está por debajo de las calorías consumidas. Por esta razón, la OMS recomienda en sus pautas para una alimentación saludable evitar comida con altos niveles de grasas saturadas y azúcares.
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