Créditos: Especial
La ciudad de Woking, localizada en el Condado de Surrey, Inglaterra, registró un extraño suceso que ha dejado a todos sus habitantes con el ojo cuadrado. Se trata de una mujer que fue descubierta muerta pero en un estado “casi esquelético” y de “momificación”. Lo que pasó es que Laura Winham, de 38 años, padecía de esquizofrenia —una enfermedad mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta— y a pesar de que estaba siendo “apoyada” por las autoridades de los servicios sociales y de su aparente red de apoyo, nadie verificó su bienestar durante cuatro años. Luego de que la familia solicitara —en 2021— un cateo de su piso, fue que se dieron cuenta de su terrible fallecimiento.
Por: El Heraldo
Dejó una nota antes de morir
Cuando la policía irrumpió en la casa, se dieron cuenta que Laura Winham había dejado una nota antes de su repentina muerte. “Necesito ayuda”, escribió en su calendario. Sin embargo, ninguna persona que conforma el departamento del Servicio Social del Reino Unido, verificó su situación emocional y física, mucho menos su “aparente red de apoyo”. A pesar de su ausencia, lo que más impresionó a todos los involucrados es que las facturas de los servicios básicos de su hogar —como la luz y el gas— se continuaron pagando aunque ella ya había fallecido. Esto se debió a que los beneficios de vivienda se hacían cargo de los impuestos. Pero lo más extraño es que se realizó un registro anual de seguridad del gas y jamás notaron su ausencia.
En mayo del 2021 su familia solicitó la intervención policial
De acuerdo con las versiones periodísticas de la prensa local, en mayo del 2021 la familia de Laura Winham solicitó que la policía irrumpiera en su departamento ubicado al suroeste de Londres. Su hermano Roy había visitado el su domicilio y notó en el buzón de la joven “un pie”, pero esto fue solo su percepción. Sin embargo lo alertó e inmediatamente pidió auxilio a las autoridades correspondientes y fue así que intervinieron. Sin embargo, su núcleo declaró que habían dejado a la mujer en manos de profesionales, ya que supuestamente escuchaba voces en su cabeza que le decían que los lastimara, así lo confirmó su hermana llamada Nicky.
“Siempre esperábamos que mejorara con ayuda profesional y que algún día nuestro contacto se reanudara”, le dijo Nicky la prensa local. Continuó “nunca creímos, ni por un segundo, que terminaríamos encontrándola muerta en su piso después de haber estado allí durante tanto tiempo sin que nadie lo supiera”.
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