Al menos 15 años tiene sin funcionar la planta de tratamiento de aguas servidas en el municipio Santa Rita, en la Costa Oriental del estado Zulia.
Por Corresponsalía
Los habitantes de cuatro de las cinco parroquias conviven entre aguas negras, putrefacción, gérmenes y heces.
La planta está ubicada en la Av. Pedro Lucas Uribarri. Luce desolada, desmantelada y baldía, una edificación cuyo mantenimiento y funcionamiento está a cargo de la empresa estatal Hidrolago, que dejó en total abandono este sistema de tratamiento.
En 2019, la inoperatividad y el abandono de la planta cobró una víctima: un joven bombero, de 21 años de edad, murió a causa de las picaduras de unas abejas. Su deceso ocurrió justamente cuando estaba en labores de rescate de un menor de ocho años, quien cayó en un pozo mientras jugaba con otros pequeños. El niño, por fortuna, se salvó, pero esa misma suerte no la tuvo el bombero.
Ada González, una habitante de la zona, se quejó de que la situación en La Rita es inaguantable. Las mafias, el desempleo, la insalubridad del agua que necesitan para beber y cocinar, las cloacas invadiendo cada espacio de sus casas y el hambre, ha provocado un éxodo masivo. Mucha gente ha huido del municipio.
“Yo no me he ido, porque no tengo para dónde. ¿Sabes qué es feo? Que se regrese la porquería por las tuberías, las calles están llenas de excremento aquí en Las Salinas. Tenemos cinco años sin recibir una gota de agua por tubería. ¡Aquí todo es un desastre!”, mencionó Ada.
El Lejano Oeste del Zulia
En el recorrido realizado por el equipo de lapatilla.com por las principales calles y avenidas de La Rita, se pudo constatar que el pueblo está desamparado, descuidado y acabado. Abundan más las aguas negras que los vehículos.
El presidente de la Cámara Municipal de La Rita, Misael Cardozo, precisó que en la actualidad la población alcanza los 50.000 habitantes, cuando unos años atrás en esa jurisdicción convivían unas 70.000 personas. “Todos consumimos agua salada. Eso es a lo que tenemos acceso”, dijo el edil.
Cardozo señaló que la actual situación de Santa Rita es la mejor muestra de la indolencia del régimen. El concejal aseguró que el gobierno central está cometiendo un delito de lesa humanidad al negarle el libre acceso al agua potable a la ciudadanía.
“Después de varias conversaciones, reuniones, por fin se logró que a una de las cinco parroquias (El Mene), llegara agua por tubería, el pasado 29 de enero, luego de cinco años de sequía. Los habitantes de esa zona lucen deshidratados y con la piel reseca por el poco consumo de agua”, describió Cardozo.
Un auxilio que no escucha el centralismo
El concejal zuliano dijo que, como vocero del pueblo, está en conversaciones con el Ministro del Ecosocialismo para el rescate y la reactivación de la planta procesadora.
“Como líder social, estamos abocados a resolver esta situación, pero estamos atados de mano”, aseveró y resaltó que el recorte presupuestario “es inclemente”.
El Ejecutivo Nacional es responsable del manteniendo y funcionamiento de las plantas de tratamiento. Y en Santa Rita, una obra tan emblemática que en su momento trajo progreso y desarrollo a la zona, hoy está inactiva, moribunda.
A su juicio, se requiere de mucha voluntad política de parte de la administración de Nicolás Maduro y una inversión millonaria para ponerla otra vez en funcionamiento.
“No vamos a descansar hasta tanto se active esa planta. La Rita y sus habitantes están a punto de un colapso sanitario: las enfermedades gastrointestinales no cesan, y la causa es la proliferación de las aguas servidas en toda la zona”, acotó.
El alcalde de la jurisdicción, Alenis Guerrero, informó que desde el año pasado, cuando resultó electo, está en conversación con autoridades del Ministerio de Ecosocialismo para exigir que se reactive la planta.
Guerrero confirmó lo mencionado por el concejal Cardozo: después de un año de lucha, se logró la reactivación del bombeo de agua a solo una parroquia del municipio. “La Rita, en primer lugar, vive una sequía criminal. El segundo gran problema es la paralización y muerte de la planta de tratamiento”, agregó.
Una crisis de salud pública
Julio Montoya, diputado de la legítima Asamblea Nacional, dijo que el panorama en materia ambiental es nefasto. Denunció que el 100% de las plantas de tratamiento de aguas están paralizadas en el estado Zulia.
Para Montoya, el esfuerzo y progreso que se logró para la entidad en 1993 a través de la Ley de Crédito Público y Endeudamiento para la creación de estos espacios, hoy está en completa ruina y, lo peor, es que han proliferado muchas enfermedades.
Para el parlamentario es preocupante que en los ríos desemboquen las cloacas. En Cabimas, Santa Rita, Los Puertos, entre otros municipios, están “navegando” entre aguas servidas.
Montoya denunció también el desmantelamiento de la planta, ubicada en el municipio San Francisco. Su abandono ocasionó una pérdida de alrededor de 1.000 millones de dólares y existe el riesgo inminente de una epidemia, lo que significaría una crisis sanitaria para la zona.
Con la construcción de la planta se estimaba tratar alrededor de 2.000 litros por segundo de aguas servidas, provenientes de las estaciones La Arregla y Varadero en el municipio Maracaibo, y La Silva y El Parque, en San Francisco.
Montoya afirmó que actualmente “se encuentra sin tuberías, porque se las robaron, y las instalaciones están destruidas, causando graves daños. Hoy es usada como vertedero de basura”.
El parlamentario instó al Ministerio Público a investigar la situación y determinar responsabilidades contra los funcionarios y los entes gubernamentales que abandonaron esta infraestructura.
El Lago no se salva solo
El ambientalista Elio Ríos, presidente del Grupo Amigos del Bosque, aseveró que en Venezuela urge incluir como asignatura en las escuelas y liceos, una materia dedicada a la Educación Ambiental, lo que es indispensable para concientizar a las nuevas generaciones, y así frenar la contaminación del Lago de Maracaibo.
El también médico alertó que el mal tratamiento del agua potable y la paralización de las plantas de tratamiento, traen consigo dos problemas de salud pública: la colitis y la parasitosis.
Exhortó a las autoridades a implementar medidas urgentes para solventar este problema ambiental y sanitario, y que finalmente reactiven las plantas de tratamiento de agua servida en la región occidental.