El Gobierno brasileño afirmó este lunes que acompaña con “gran preocupación” las consecuencias del “devastador” terremoto en Turquía y Siria, que deja al menos 1.800 fallecidos, y ofreció ayuda humanitaria a los miles de afectados.
“Brasil expresa su solidaridad con los pueblos de ambos países, con las familias de las víctimas y con todos aquellos que perdieron sus hogares en esta tragedia”, expresó el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en sus redes sociales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores transmitió igualmente sus “más sinceras condolencias” a los pueblos de Turquía y Siria, tras el sismo que “también afectó a otros países de la región”, causando miles de fallecidos y heridos, así como “daños materiales incalculables”.
También informó que, por medio de la Agencia Brasileña de Cooperación, el Gobierno de Lula “está brindando formas de ofrecer ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas por el terremoto”.
La Cancillería señaló que “no hay, por el momento, noticia de brasileños muertos o heridos”.
El sismo, de magnitud 7,7 de acuerdo con el servicio de emergencias turco Afad, derribó edificios en un área amplia de cientos de kilómetros que va desde el norte de Siria hasta el sureste de Turquía.
El terremoto se sintió también con fuerza en el Líbano, incluida Beirut. EFE