El ex dictador militar Pervez Musharraf, que gobernó Pakistán durante casi una década, fue enterrado este martes con honores militares en la ciudad sureña de Karachi, tras fallecer el pasado domingo en el exilio en Dubái debido a una rara enfermedad.
“Su funeral fue celebrado siguiendo el protocolo de estado y con todos los honores militares”, dijo a EFE el antiguo portavoz de Musharraf, Muhammed Amjad.
La ceremonia contó con la presencia de altos mandos militares como el teniente general Sahir Shamshad Mirza, presidente del Estado Mayor Conjunto, o el general retirado Qamar Bajwa, antiguo jefe del Ejército de Pakistán, así como de políticos.
“El general Musharraf también fue honrado con una guardia de honor”, dijo Amjad.
El cuerpo del exdictador llegó anoche al aeropuerto de Karachi desde Dubái, según afirmó a EFE un oficial gubernamental que pidió el anonimato, y fue enterrado en un cementerio militar de la ciudad portuaria.
El general murió el pasado domingo a la edad de 79 años en Dubái, donde residía y estaba siendo tratado por amiloidosis, una rara enfermedad que se produce por la acumulación en los órganos de una proteína llamada amiloide, lo que altera el funcionamiento de los tejidos y provoca disfunciones.
Tras llegar al poder mediante un incruento golpe de Estado en 1999, poco después de haber sido destituido como jefe militar por el entonces primer ministro, Nawaz Sharif, el militar retirado gobernó la potencia nuclear hasta 2008.
El exdictador residía en Dubái desde 2016, a donde se le había permitido viajar para tratar su enfermedad bajo la promesa de que regresaría, algo que nunca cumplió.
Musharraf fue condenado a la pena de muerte en 2019 por un tribunal especial por el delito de traición, acusado de imponer el estado de excepción y decretar la detención de decenas de jueces, aunque el dictamen fue anulado al año siguiente por el Alto Tribunal de Lahore.
Pakistán ha estado gobernado por cuatro dictadores militares que dieron tres golpes de Estado a lo largo de los 72 años de historia del país, el primero de ellos en 1958 y el último en 1999.
Incluso cuando no ostenta el poder directamente, el Ejército ejerce un gran control sobre la política exterior y la seguridad nacional.
EFE