Un hogar cálido y lleno de millones de recuerdos es lo que se siente al llegar a la casa de Roberto y Carmen, una pareja que ha mantenido su amor intacto por 71 años de matrimonio. Unas miradas que se distraen en el horizonte pero que en ellas se ve reflejada una historia bonita de contar.
Por Lismar Hernández / lapatilla.com
Ella, una mujer decidida y confiada con una sonrisa enorme en su rostro la cual da seguridad y entera disposición. “Tengo 93 años” enfatiza la señora Carmen Elena Medina de García quien invita a su esposo Roberto García Serafín decir la suya, él mucho más distraído aseguró tener “80 años” dibujando una tímida sonrisa en su rostro.
Acto seguido la señora Carmen con un pequeño golpe en el brazo le reclamó “no son 80, tú tienes más de 100”. Y si, el señor Roberto tiene 101 años “muy bien llevados” como aseguran sus familiares.
Luego de algunos minutos, Carmen y Roberto procedieron a sentarse a contarle su historia al equipo de LaPatilla.
“Cuéntale tú como nos conocimos” señaló la señora Carmen sin quitarle la mirada a su esposo, él solo la observo y se ahogo en un hermoso silencio, ella como siempre, decidida retrocedió a los años 50 y se ubico en San Agustín del Sur, cuando un amigo en común los presentó.
“Él se enamoró de mí antes de conocerme” enfatizó la señora Carmen, esbozando una tímida sonrisa. Para aquel entonces, ella tenía 21 años y él 30 “al año nos casamos” detalló, siendo el 4 de agosto de 1951 en la iglesia de la Pastora, la fecha elegida para sellar su amor.
“No dio tiempo para que me hiciera cartas” aseguró ella entre risas, mientras que el señor Roberto al preguntarle que fue lo que más le gusto de ella sin pensarlo manifestó “todo” y sus miradas se encontraron entre risas.
Sus primeros años de casados transcurrieron en una vivienda alquilada pero que, con el tiempo y producto de su esfuerzo y las ganas de salir adelante, consiguió trabajo en la embajada Americana de EEUU en Caracas, permaneciendo ahí por más de 30 años.
Los cuatro años antes de formar familia se dedicaron el uno al otro a fortalecer ese vínculo de amor sellado en La Pastora.
Y es así, como la familia comenzó a crecer, siendo un 14 de febrero de 1955 la llegada de su primer hijo generando un hilo de siete hijos, de los cuales la señora Carmen habla con tanto orgullo, cumpliendo sus sueños más anhelados, una familia numerosa.
“Que rápido ha pasado el tiempo” destacó ella recordando a sus hijos quienes algunos no están en el país, así como la partida del primero, un “ser especial” que marcó el inicio de la vida familiar de Roberto y Carmen, por ende, aquel 14 de febrero es imposible de olvidar.
Pero, continua para hablar de sus nietos y bisnietos, que al sumarlos son más de 20, “yo crie a varios” señaló ella.
Hoy día no tiene la fortuna de tenerlos a todos tan cerca, sin embargo cuenta con un celular inteligente para poder comunicarse con ellos, el señor Roberto la acompaña un rato pero no es tan fácil para él adaptarse a ello.
Se dicen fácil 71 años, pero no es así, es toda una vida compartida, llena de un sinfín de ciclos por los que han tenido que atravesar, pero lo que si se puede apreciar es la unión y complicidad de ambos, aunque haya pasado tanto tiempo.
Una pareja que ha sabido mantener “la comunicación, compresión y aguante” como aseguró ella misma durante todos estos años de matrimonio.
Al ver sus rostros y la complicidad que mantienen reflejan lo que es la base de un matrimonio y es que, el que conoce a Carmen y Roberto saben lo que es la definición de amor.