San Juan de Macarapana es una de las dos parroquias rurales que conforman al municipio Sucre del homónimo estado oriental, y es el fiel reflejo de la crisis social, económica y de servicios públicos que atraviesa el país.
Por Corresponsalía
Esta localidad, de acuerdo con el censo realizado en el año 2011 por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), está habitada por unas 20.000 personas. Es importante mencionar que se encuentra muy cerca de Cumaná, capital del estado Sucre, a unos 20 minutos o 45 minutos en carro, según la velocidad con que se viaje.
Cuenta con un río cristalino, que guarda un gran potencial turístico, pero que en la actualidad es desaprovechado, debido a la ausencia de políticas públicas en este sector.
Un pueblo ignorado
Existe un profundo malestar entre los habitantes de esta zona por el deterioro de los servicios públicos, la falta de atención por parte de las autoridades gubernamentales y, principalmente, por el deterioro de la vialidad.
La ausencia de carreteras convencionales y agrícolas en óptimas condiciones es uno de los problemas que padecen desde hace 25 años. Los residentes de varias comunidades de San Juan de Macarapana exigen la reparación de la vialidad, pues afecta el desenvolvimiento económico, al igual que restringe el acceso a la salud y la educación.
Los vecinos se han organizado “infinidades de veces” para pedir apoyo a las instituciones regionales y municipales, entre otras a la Gobernación de Sucre, la alcaldía de Cumaná, el Servicio Autónomo de Vialidad del estado Sucre (Saves) y la Corporación de Servicios Públicos del estado Sucre (ServiSucre), pero sus gestiones han sido en vano.
Asimismo, criticaron que el actual alcalde capitalino, Luis Sifontes, quien fue reelecto en las pasadas elecciones, no se ha aparecido en la parroquia desde la campaña. Lo mismo ocurre con el gobernador chavista Gilberto Pinto.
Carreteras inexistentes
Según el testimonio de los habitantes de San Juan, ya han solicitado ayuda a las diferentes gestiones que han pasado por el Ejecutivo Regional y la alcaldía de Cumaná, que han estado en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) desde hace más de 15 años, pero no son tomados en cuenta.
Luis Herrera, líder de la Unidad de Batalla Hugo Chávez (Ubch) Pechuga, expresó que no existe vialidad en la zona. “Hemos ido a la gobernación, a la alcaldía, a ServiSucre, y nos dicen que nos van a ayudar, pero no dan respuesta. Queremos un jumbo para sanear el río, y la directora general de la alcaldía de Cumaná dijo que nos asistirían, pero no lo han hecho”.
“Estamos cansados de guachafita y estamos pensando en protestar en la Autopista Antonio José de Sucre si no hay respuesta en febrero. Ya al gobierno lo que le gusta es que le hagan maldad, que les hagan huelga para que solucionen los problemas. Aquí se dañan las cosechas y no queremos que siga pasando, queremos ayuda del gobierno que sea, sea del chavismo o la oposición”, agregó Herrera, un hombre de más de 60 años.
Volver a los burros
En esta parroquia rural de la capital sucrense se cosecha yuca, ñame, auyama, ocumo, merey, coco, plátano, maíz y mango, siendo la agricultura, la principal actividad económica de la que dependen sus pobladores.
“Estamos cansados de pedirle al alcalde Luis Sifontes y al gobernador Gilberto Pinto la reparación de la carretera, la rehabilitación de los postes oxidados a punto de caer (…) tenemos aproximadamente 25 años pidiendo la carretera de San Juan”, denunció el dirigente social Luis Hernández.
“Esta situación repercute negativamente a la hora de sacar la mercancía, tenemos que sacarla con burros y ya no están dando para el trabajo que hay que hacer”, añadió.
La temporada de lluvias que se vivió en el año 2022 y que dejó un número importante de afectaciones, también agravó la situación.
Salud, educación y deporte en terapia
En materia de salud, los sanjuaneros cuentan con el ambulatorio tipo B Luis Daniel Beaperthuy, el cual carece de insumos y tampoco laboran los especialistas médicos para atender a los pacientes.
Además de este centro de salud, existe una estructura denominada “base de misión” para ofrecer servicios médicos a las comunidades más lejanas. Sin embargo, desde hace varios años los profesionales de la salud no asisten al lugar por las precarias condiciones y las dificultades para trasladarse.
“El ambulatorio no tiene nada. Si se enferma un niño y vamos para allá, no hay nada. Lo único que nos dicen es que cocinemos agüita de mata o manzanilla (…) Si hay una emergencia, hay que ir hasta el Hospital de Cumaná y es difícil trasladarse hasta allá, no tenemos ambulancia”, enfatizó María Velásquez, vecina de la localidad.
“Las parturientas tienen que irse hasta un mes antes de que nazca el bebé a casa de los familiares en Cumaná para poder estar cerca del hospital”, comunicó.
En el ámbito educativo, el equipo de lapatilla.com en la región oriental pudo observar el avanzado estado de deterioro de los planteles de la parroquia. Además, los pobladores denunciaron que existe una estructura que fue construida hace 17 años para ser un “Simoncito” en la comunidad de Guaranache, pero está abandonado.
De acuerdo con Estiben López, “la educación de San Juan de Macarapana debe ser recuperada”. Gobiernos van y vienen, pasan y ofrecen muchas cosas, pero nunca hacen nada en beneficio de nosotros (…) Es poca la educación que reciben nuestros niños, tienen que cruzar ríos, caminar largas distancias y hasta andar en motos”, dijo.
El deporte es otro aspecto con escaso desarrollo en San Juan de Macarapana. Así lo advierten jóvenes y adultos, quienes consideran que es urgente que se fomente esta área y se creen espacios deportivos aptos para que puedan ser usados por la gente.
“Queremos que el alcalde Luis Sifontes recupere la cancha, tenemos años sin recibir un balón de ningún tipo, ni arcos y no se ha rehabilitado la cancha. No tenemos ni alumbrado en las noches”, recalcó Alí de la Rosa, joven sanjuanero, al describir las condiciones de la cancha de Santa Marta, lugar que presenta cercas caídas y oxidadas, pintura desconchada y gradas abandonadas.
Sin gas ni gasolina
Las personas residenciadas en los diferentes sectores de San Juan de Macarapana coincidieron en lo irregular que es recibir el gas y los alimentos a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). Explicaron que pasan desde tres hasta cuatro meses para ser “beneficiados” con estos servicios. Piden a las autoridades a reducir estos lapsos.
La falta de oportunidades laborales y el engorroso recorrido para llegar a Cumaná, son otros de los aspectos que generan molestia a los habitantes de San Juan.
Según Jesús Zapata, presidente de la Asociación Civil de Mototaxis Crucero, 50 motorizados se ven afectados por la escasez de gasolina, lo que dificulta la prestación del servicio de transporte. Señaló que no cuentan con una estación de servicio asignada en Cumaná, pese a estar organizados, razón por la cual se ven en la imperiosa necesidad de comprar combustible en el mercado negro.
“Surtimos gasolina en el mercado negro a 10 bolívares el litro para poder seguir trabajando. La mínima tarifa son 5 bolívares y la máxima 15 bolívares, aunque para Cumaná cobramos 5 dólares. El efectivo es difícil para la gente en esta zona (no hay agencias bancarias), la vialidad está deteriorada y por la misma crisis a veces hacemos trueques de productos por una carrera”, declaró Zapata.
Destacó que se han dirigido a la gobernación chavista de la entidad y a la Zona de Defensa Integral (Zodi) para exigir se les abastezca del hidrocarburo, al menos, dos veces por semana.