La ciudad de Lake Elsinore está envuelta en un dilema turístico. Los campos de amapolas que crecen en este pueblo de California, al sureste de Los Ángeles, se han convertido en una atracción viral, al grado de causar una saturación en la pequeña comunidad de 71.000 habitantes. En respuesta, las autoridades han decidido prohibir la entrada a los caminos de flores, despertando críticas de un sector de los residentes que cree que la solución es demasiado radical.
Por El País
Las amapolas son comunes en California durante la primavera y el verano boreal. En 2019, Lake Elsinore vivió una pesadilla cuando multitudes de turistas visitaron la ciudad, debido a que las intensas lluvias de invierno multiplicaron los campos de flores. Los vehículos aparcados en la carretera provocaron embotellamientos y accidentes, y muchos senderistas resultaron lesionados, abrumando a los servicios de emergencia locales.
Para evitar una situación similar, la Patrulla de Carreteras de California ha limitado el uso de los acotamientos de las autopistas y el acceso al Cañón Walker, el principal sitio de florecimiento. Aunque algunos residentes han suspirado aliviados con la medida, otros han lamentado la pérdida de ingresos por el turismo.