Refugiados ucranianos claman a la comunidad internacional que continúen la ayuda a su país, a un año de iniciada la invasión rusa. Millones de ellos han tenido que huir debido a la guerra, la mayoría de ellos hacia la vecina Polonia, desde donde tratan de recomponer sus vidas truncadas por el conflicto.
Por Yeny García / Celia Mendoza / Jorge Agobian / vozdeamerica.com
A sus 19 años, Yurii salió de Ucrania justo antes de la guerra y se ha visto forzado a refugiarse en Polonia. “Toda mi familia está en Ucrania ahora, en Kiev”, dijo a la Voz de América, desde Varsovia.
Aunque cuenta que unos días antes del inicio de la guerra, el 24 de febrero de 2022, salió de su país a la localidad polaca de Cracovia, “reza todos los días” por los familiares que quedaron atrás.
“Es muy bueno que Biden haya ido (a Kiev)”, afirma en referencia al histórico viaje del presidente estadounidense a la Ucrania en guerra este lunes, pero advierte que aunque todos aprecian el apoyo internacional, el día a día es muy difícil. “Todo lo que quieren los ucranianos es despertarse, y que no haya más misiles”, advierte.
Yurii teme que la guerra “se extienda para siempre” debido al alto número de personal militar que tiene Rusia, uno de los mayores países del mundo, y advierte que aunque vive en Polonia porque es más seguro, reconoce que con la amenaza de Moscú a las puertas, nadie está a salvo.
Frente común frente a Rusia
El presidente de EEUU, Joe Biden, viajó esta semana a Ucrania y Polonia para enviar un fuerte mensaje de apoyo y unidad internacional en torno a Kiev y su líder, Volodymyr Zelenskyy, con quien caminó por la capital ucraniana en medio de sirenas antiaéreas.
“Nuestro apoyo no va a debilitarse”, afirmó Biden en un discurso el martes en Varsovia, para marcar el aniversario de la invasión rusa. El mandatario demócrata cargó contra Moscú señalando a su presidente, Vladimir Putin, como el máximo responsable de un guerra “brutal” que ha causado dolor inimaginable tanto a ucranianos como a rusos.
Un día después, en reunión con líderes de los Nueve de Bucarest, el flanco oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, reafirmó el compromiso de EEUU con la seguridad de esa región europea y se aseguró el respaldo del bloque a Ucrania, insistiendo que no solo era una batalla por la nación ucraniana, sino por la defensa de la “libertad y la democracia” frente a la creciente amenaza de Moscú, que anunció su retirada del acuerdo de no proliferación nuclear con Washington un día antes.
Polonia, destino de millones de refugiados
Además de recabar apoyos a la causa ucraniana, Biden también viajó a Varsovia para “agradecer” la acogida que han dado el gobierno y el pueblo polacos a los desplazados por la guerra. “Nos solidarizamos con los millones de refugiados ucranianos”, afirmó el presidente estadounidense.
La agencia de refugiados de la ONU estima que más de 8 millones de ucranianos han huido a países europeos vecinos como refugiados, y unos 7 millones están desplazados dentro de Ucrania. Polonia, y sobre todo la capital Varsovia; han recibido a más de 1,5 millones de ucranianos.
“Mi casa fue destruida por el ejército ruso, estaba llena de disparos, cuyos agujeros eran del tamaño de mi mano o algo así, dejando la casa sin paredes alrededor”, narró a la VOA el joven ucraniano Maxim.
La inusual llegada de cientos de miles de refugiados ha movilizado a voluntarios como Benjamin Cope, director del Departamento de Cooperación de la Casa Ucraniana, una institución fundada en 2009 por inmigrantes ucranianos en Polonia.
Según Cope, lo que primero era una operación para “tender puentes entre ucranianos y polacos” relativamente modesta, se amplió enormemente tras el inicio de la guerra. “Ahora unas 200 personas trabajan ya sea a tiempo completo, o parcial”, explicó.
“Desde antes de la invasión hemos tenido un punto de consulta y una línea de información que proporciona asesoramiento e información a los inmigrantes ucranianos sobre todo tipo de cuestiones, sobre cómo registrar su estado para tener un derecho legal de estancia, cómo acceder a la educación, apoyo médico y todo este tipo de cosas”, detalló a la VOA.
Cope advirtió que su labor es difícil, no solo por lo traumático de la situación para los refugiados, sino por los problemas logísticos que plantea la llegada de miles y miles de personas a una ciudad. La escasez de alojamiento es uno de ellos, afirma.
“Por supuesto, esperamos haciendo todo lo posible para integrar a los ucranianos en la sociedad polaca con la esperanza de que puedan regresar, con la esperanza de que la guerra termine”, insistió.
Organizaciones como la Casa Ucraniana han ayudado a por lo menos 80.000 personas durante el último año y esperan seguir haciéndolo, mientras se proyecta que muchos más ucranianos puedan llegar a Polonia a medida que la guerra continúa.
“Desde el lado psicológico, es algo que no le deseo a nadie”, insistió Yurii, que también se dedica al voluntariado en Varsovia. “Mi mensaje para todos los políticos importantes, por favor ayúdenos”, pidió.