“Cuando el río suena, piedras trae”. Las pruebas sobre las acusaciones de presunto acoso que señalan al conductor de Venezolana de Televisión, Barry Cartaya, se dieron a conocer.
lapatilla.com
El periodista de VTV, se vio en el centro de los comentarios luego que en redes sociales sugirió entre líneas que saldría del canal, noticia que fue reseñada por nuestro portal.
El 10 de enero de este año, Cartaya señaló en redes sociales y con mucho ánimo, que “Venezuela construye a pulso un destino auspicioso con esfuerzo propio, creatividad y audacia”. Ese día vestía una camisa de cuadros púrpura, cinturón marrón oscuro y unos vaqueros beige.
El 18 de enero, fuentes extraoficiales informaron que el comunicador fue despedido por acosar a trabajadoras del medio y que las víctimas se habrían reunido con la gerencia del canal, donde “expresaron que no trabajarían hasta que no tomaran cartas en el asunto”.
Al día siguiente, Barry respondió desde la pantalla de VTV tanto al artículo publicado por lapatilla, como a las acusaciones por supuesto acoso.
Sin embargo, imágenes recolectadas por nuestra redacción muestran cómo Cartaya estaría en una actitud sospechosa, presuntamente, acosando a una trabajadora en el estacionamiento del canal. Estaba vestido tal como mostraba su video en redes sociales el día 10 de enero.
Además, fuentes allegadas a nuestra redacción afirman que Cartaya fue denunciado ante el Ministerio Público por las propias trabajadoras de VTV. Hasta el momento, dicha denuncia no habría llegado a buen puerto y el comunicador ni siquiera ha recibido sanciones administrativas desde la presidencia del canal, encabezada por Freddy Ñáñez, también vocero del Palacio de Miraflores.
Las imágenes no dejan lugar a dudas debido a que se observa en ellas un vehículo con los correspondientes equipos microondas y, en el parabrisas más cercano, se refleja con claridad un edificio aledaño a las instalaciones de la planta televisiva en Los Ruices, al este de la Gran Caracas.
Al parecer, las pulgas de Eduardo Galeano, citadas por el propio Barry Cartaya en otra de sus respuestas a las denuncias, dejaron de soñar y se compraron el perro.