Independencia, inteligencia e influencia política: la verdad oculta detrás de la belleza de Sisi, emperatriz de Austria

Independencia, inteligencia e influencia política: la verdad oculta detrás de la belleza de Sisi, emperatriz de Austria

La emperatriz Sisi fue mucho más que su belleza. Ese es el mensaje que lanza el Museo Sisi de Viena (Austria) con una iniciativa sustituyendo el famoso retrato de la emperatriz, que difundió el mito de su imagen, por un poema que reivindica su carácter comprometido e inquieto, este miércoles. EFE/ Vienna Tourist Board / Paul Bauer

 

Su independencia, su implicación política, su inteligencia. Esa son las características que definen a Elisabeth Amalie Eugenie von Wittelsbach, emperatriz de Austria y reina de Hungría, más allá de la belleza o la obsesión por la delgadez con las que se identifica al mito de Sisi y que ocultan aún a la mujer real.

Para destacar a la persona por encima del mito la Oficina de Turismo de Viena ha lanzado una iniciativa que, literalmente, ha tapado la belleza de la emperatriz para sacar a la luz su carácter y su forma de pensar, y presentar a una mujer adelantada a su tiempo.





El Museo Sisi, el Museo del Mueble y el Hotel Imperial ocultaron el pasado día 1 de marzo el cuadro más famoso de la emperatriz, o réplicas del mismo, pintado por Franz Xaver Winterhalter en 1865, y que contribuyó a difundir esa imagen superficial, bajo un nuevo retrato, en forma de poema, que reivindica la fuerte personalidad de la emperatriz (1837-1898).

“Quieres ver a Sisi. Por su belleza, su gloria, su victoria. Quieres ver a Sisi por sus vestidos, su pelo, sus excesos”, arranca el texto de este nuevo retrato de la diseñadora Vivian Dehning, que termina pidiendo no cometer nunca más el error de dejar de ver a la verdadera Sisi.

MUJERES, NO IMÁGENES

“Recuerda a las mujeres por lo que eran. No por su apariencia”, es el resumen del mensaje que transmite este nuevo retrato que se centra en la persona y no en la imagen.

La emperatriz Sisi fue mucho más que su belleza. Ese es el mensaje que lanza el Museo Sisi de Viena (Austria) con una iniciativa sustituyendo el famoso retrato de la emperatriz, que difundió el mito de su imagen, por un poema que reivindica su carácter comprometido e inquieto, este miércoles. EFE/ Vienna Tourist Board / Paul Bauer

 

El retrato clásico ya ha vuelto a ser destapado y las dos imágenes, la de Sisi como mito de hermosura y la de la Elisabeth independiente, se pueden ver juntas hasta finales de mes.

“Nuestra gran inquietud era abrir la mirada y mostrar que había mucho, mucho más detrás, con lo que también podemos hacer muchas conexiones con temas actuales”, señala a EFE Elfriede Iby, directora del departamento científico del Schönbrunn Group, al que pertenece el Museo Sisi.

Iby explica que esta iniciativa pretende mostrar, con motivo del Día Internacional de la Mujer, “qué hay detrás de esa fachada que desde hace 150 años se ha mitificado, qué se esconde tras la belleza, tras la imagen de una mujer hermosa al lado de un hombre poderoso”.

COMPROMISO E INDEPENDENCIA

Así, a través de ese poema se quiere crear un nuevo retrato que aborda los temas que están tras su persona, “tras esa superficie”, indica Iby.

Foto: austria.info

 

La experta recuerda que la emperatriz fue una de las pocas mujeres valientes, de las que había aún menos entre la alta aristrocracia, que viajó sola por el mundo, algo que su esposo, el emperador Francisco José, aceptó.

“Elisabeth se independizó muy pronto, ya en su viaje a Madeira. Fue un escándalo increíble en la Corte vienesa que la joven emperatriz se mantuviera alejada de ella durante tanto tiempo”, recuerda la investigadora.

Iby también se refiere a su implicación en temas políticos y sociales pese a su oficial función de mera representación.

Por ejemplo, recuerda cómo Elisabeth influyó en el emperador para lograr el acuerdo que en 1867 creó la monarquía dual austrohúngara, que concedió una gran autonomía a Hungría.

O su defensa de las personas desplazadas, algo comparable a la actual ayuda a los refugiados.

Hermanos de la emperatriz Isabel de Austria en la veranda del palacio de Possenhofen, de izquierda a derecha: Sophie (1847-1897), Max Emanuel (Mapperl, 1849-1893), Carl Theodor (Gackel, 1839-1909), Helene (Nené, 1834-1890), Ludwig Wilhelm (Louis, 1831-1920), Mathilde (Spatz, 1843-1925) y Marie (1841-1925), pintura de Joseph Karl Stieler, 1855. Retrato de Karl Joseph Stieler

 

“Estaba muy comprometida con la idea de que las personas menos privilegiadas también merecen ayuda. Es una faceta de ella que no se ha analizado mucho hasta ahora”, señala Iby.

En la imagen que se tiene hoy de Sisi influyen mucho las películas de la década de 1950, protagonizadas por Romy Schneider, que dibujaron una figura extremadamente romántica de Sisi y su relación con Francisco José, no muy fundamentada históricamente.

Pero, como recuerda Iby, a esa imagen han sucedido otras, que van encajando con las nuevas generaciones, con productos recientes como la serie que emite Netflix, la película Corsage o los libros de la historiadora Brigitte Hamann, que ya en la década de 1980 la presentaban como una mujer inconformista que hacía lo que quería.

“Pero si sólo ves lo que quieres ver no verás. Que su legado ayuda a los refugiados de hoy. Que creía en la autonomía de las personas. Que le encantaba aprender. Que sus convicciones eran firmes”, como destaca el poema, el nuevo retrato que muestra la imagen real de Elisabeth de Austria.

EFE