“Ayúdenme. Mi empleadora me está torturando”, escribió Meriance Kabu. “Todos los días estoy cubierta de sangre, ¡ayúdenme!”.
Por: BBC
Dobló su nota rápidamente y la lanzó por la puerta de hierro cerrada del departamento en los suburbios de Kuala Lumpur donde estaba viviendo y trabajando como empleada doméstica
Una mujer que pasaba la tomó. Cuando la leyó, llevó la nota inmediatamente a un policía retirado que vivía en ese mismo edificio. “Si hubiera permanecido alli, seguramente se hubiera muerto”, dijo más tarde.
Ese mismo día, un 20 de diciembre de 2014, la policía malaya golpeó la puerta del departamento donde vivía Meriance, y del que no había salido en ocho meses.
“Sentía que me estaba derrumbando”, dice, recordando el momento en que vio a los policías. “Me dijeron ‘no tengas miedo, estamos aquí’. En ese momento me sentí fuerte otra vez. Sentí que volvía a respirar. Los policías se acercaron y les conté la verdad”.
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