La escena política de Corea del Norte se ha visto protagonizada por una nueva estrella: una niña de entre 10 y 12 años. Es posible que su continua aparición en público signifique que el líder del país, Kim Jong-un, ya esté preparando el terreno para entregar “el trono” a un heredero y conservar las riendas del poder en la familia, afirma Andréi Lankov, experto en Corea del Norte y profesor de la Universidad de Kookmin (Corea del Sur), así lo reseñó ACTUALIDAD RT.
La menor, que se cree es la segunda hija del líder norcoreano, fue vista por primera vez el 18 de noviembre de 2022, cuando acompañó a Kim y a su esposa, Ri Sol-ju, al lanzamiento de un misil balístico intercontinental Hwasong-17. El hecho de que el gobernante del país apareciera en público junto a la pequeña, “es en sí mismo un paso sin precedentes” y una clara señal de que las tradiciones de Corea del Norte están cambiando.
Desde finales de noviembre hasta finales de febrero del año pasado, la niña participó en un total de seis eventos junto a su progenitor. Una de sus asistencias más emblemáticas podría considerarse la de un banquete que se llevó a cabo con motivo del 75.° aniversario de la fundación del Ejército Popular de Corea. En las fotografías tomadas durante la celebración, la menor salió sentada en la mesa en medio de sus padres y con cuatro generales del Ejército, vestidos de gala, tendidos a sus espaldas.
Esas apariciones han desatado un debate sobre si Kim estaría preparándola para que sea su sucesora. El hecho de que haya escogido para ello a una mujer, no debe sorprender, ya que el líder norcoreano podría considerarse feminista y, a menudo, designa a mujeres para altos cargos. Pero, por otra parte, no es nada común nombrar un heredero que aún no ha llegado ni tan solo a la adolescencia. Sin embargo, es posible que existan verdaderas razones para ello, señala el experto.
Cómo se transfiere el poder en Corea del Norte
La decisión de que un sistema de transferencia hereditaria del poder era ideal para Corea del Norte se tomó en la década de 1960, durante el mandato del fundador del país, Kim Il-sung, quien llegó a la conclusión de que su sucesor debería ser alguien que no buscara obtener más apoyo del pueblo, criticándolo tras su muerte, ni tampoco deseando apartarlo del poder antes del tiempo. Estaba claro que solo su propio hijo podría cumplir con tales criterios, sostiene Lankov.
En concreto, Kim Il-sung escogió para ello a su primogénito, Kim Jong-il, nacido a principios de la década de 1940. Ya en 1970, empezaron los preparativos para transferirle el poder, mientras que, a principios de la década de 1980, fue aprobado por completo como un sucesor en toda regla. Durante todo el proceso, a Kim Jong-il se le iban transfiriendo gradualmente los poderes en la Administración estatal y, en el momento de la muerte de Kim Il-sung, en 1994, el país ya estaba siendo gobernado por un duunvirato.
“Sin embargo, por alguna razón, Kim Jong-il no tenía prisa por seguir el ejemplo de su padre. Para el otoño del 2008, cuando sufrió un derrame cerebral, Kim Jong-il no había nombrado heredero”, recuerda el experto, agregando que finalmente, su elección se centró en su tercer hijo, Kim Jong-un, quien no fue presentado al pueblo de manera oficial hasta octubre del 2010. Tan solo un año después, su padre murió inesperadamente y ya en diciembre del 2011, Kim Jong-un heredó el poder.
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