El transporte ferroviario de Grecia ha comenzado a reactivarse paulatinamente este miércoles, 21 días después del choque frontal de dos trenes que dejó 57 muertos y paralizó hasta hoy la circulación por las vías férreas del país.
A primera hora del miércoles volvieron a circular varios trenes de cercanías en Atenas y Patras, así como diversas rutas turísticas en el centro y el sur de Grecia.
Aunque el Gobierno tenía previsto reanudar itinerarios interurbanos y de mercancías en el norte del país, estos siguen suspendidos porque los maquinistas se niegan a conducir los convoyes, ya que recalcan que en estos trayectos sigue habiendo problemas de seguridad.
En una carta enviada el martes, el sindicato de los maquinistas a Hellenic Train, la empresa que opera los ferrocarriles helenos, señala que en varios puntos de estos trayectos no es posible la comunicación entre tren y estación, mientras que hay cruces para coches sin vigilancia alguna.
Además pide a la empresa “una confirmación por escrito” de que es seguro pasar por una serie túneles en los que los bomberos habían registrado “problemas” de seguridad
Según el plan del Gobierno, el servicio ferroviario, tanto de mercancía como de pasajeros, se irá reanudando paulatinamente hasta el 11 de abril.
“Es necesario reiniciar (el servicio) de trenes para recuperar la confianza del público”, señaló el lunes el ministro interino de Transportes, Yorgos Yerapetritis, quien recalcó que mientras las vías estén en desuso aumenta el riesgo de que se produzcan robos o el deterioro de las infraestructuras.
El 28 de febrero a las 23.21 hora local (21.21 GMT) un tren de pasajeros chocó frontalmente con otro de carga al norte de la ciudad de Larisa, lo que causó 57 muertos, en su mayoría jóvenes universitarios.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitstotakis, reconoció que en el tramo específico no contaba con sistemas de seguridad que podrían haber evitado la tragedia.
La compañía estatal italiana Ferrovie dello Stato Italiane opera Hellenic Train, aunque las infraestructuras ferroviarias del país dependen de la empresa estatal OSE.
EFE