Ucrania acusó el domingo a Rusia de tomar como “rehén” a Bielorrusia tras el anuncio de que Moscú desplegará misiles nucleares tácticos en este territorio aliado, situado a las puertas de la Unión Europea (UE).
Desde hace un año, las autoridades rusas han multiplicado las amenazas apenas veladas de usar armamento nuclear si se produce una escalada en el conflicto con Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el sábado que iba a desplegar armas nucleares “tácticas” en Bielorrusia –con fronteras con Letonia, Lituania y Polonia, tres países de la UE y de la OTAN– y que 10 aviones ya habían sido equipados para usar este tipo de armamentos.
“El Kremlin ha tomado a Bielorrusia como rehén nuclear”, tuiteó este domingo el secretario del Consejo ucraniano de Seguridad y Defensa, Oleksii Danilov, quien consideró que la decisión es “un paso hacia la desestabilización interna del país”.
Para el consejero presidencial ucraniano Mijaílo Podoliak, el mandatario ruso admite, con esta medida, que “tiene miedo de perder (la guerra) y que todo lo que puede hacer es dar miedo”.
Al anunciar el despliegue, Putin alegó que Estados Unidos ya hacía lo mismo.
“Aquí no hay nada inusual: Estados Unidos hace eso desde hace décadas: despliega armas nucleares tácticas desde hace mucho tiempo en el territorio de sus aliados”, dijo en una entrevista difundida por la televisión rusa.
“Intimidación nuclear”
“Nosotros hemos decidido hacer lo mismo”, agregó, asegurando que contaba ya con el beneplácito del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Putin señaló, no obstante, que el despliegue se haría “sin infringir nuestros acuerdos internacionales sobre la no proliferación nuclear”.
Alemania denunció el domingo esta iniciativa, “un nuevo intento de intimidación nuclear” de Rusia, y afirmó que Bielorrusia va contra su compromiso de mantenerse como un territorio sin armas nucleares.
Moscú empezará a entrenar tripulaciones el 3 de abril y planea terminar la construcción de una instalación de almacenamiento especial para armamento nuclear táctico en Bielorrusia el 1 de julio, según detalló Putin.
Aunque Minsk no participa directamente en el conflicto con Ucrania, Moscú ha utilizado su territorio para llevar a cabo su ofensiva el año pasado o para efectuar bombardeos, según las autoridades ucranianas.
Obuses de uranio
Putin decidió enviar este tipo de armamento nuclear a esta antigua república soviética después de que el Reino Unido mencionara la posibilidad de entregar a Ucrania obuses de uranio empobrecido.
El presidente ruso amenazó con recurrir a este tipo de proyectiles si Kiev recibía este material.
“Rusia, por supuesto, tiene con qué responder. Disponemos, sin exagerar, de decenas de miles de ese tipo de obuses. Por el momento no los hemos usado”, declaró Putin.
Se trata de armas que “pueden clasificarse como las más dañinas y peligrosas para los humanos (…) y para el medio ambiente”, advirtió.
El uso de municiones de uranio empobrecido implica riesgos de carácter tóxico para los militares y la población de las zonas donde se usa.
En las recientes negociaciones en Moscú entre Putin y su par chino, Xi Jinping, ambos gobernantes declararon en un comunicado conjunto que una guerra nuclear “nunca se debe declarar” porque “no pueden haber ganadores”.
Pero varios responsables rusos, entre ellos el expresidente Dmitri Medvedev, han amenazado con el arma nuclear en múltiples ocasiones desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Putin suspendió el mes pasado la participación de Rusia en el tratado de desarme nuclear Nuevo START que había firmado con Estados Unidos, aunque prometió respetar los límites de su arsenal nuclear hasta el final efectivo del acuerdo, el 5 de febrero de 2026.
AFP