El pasado sábado 18 de marzo una tortuga marina fue encontrada muerta en la orilla de una playa de Oregon. Los trabajadores de un acuario local recuperaron al animal. En realidad, se trataba de un ejemplar en peligro de extinción que además llevaba todo un “ecosistema” en su caparazón.
Por La Nación
El reptil marino pesaba 75 libras (34,01 kilogramos) y pertenecía a la especie boba, también conocida como caguama. El incidente ocurrió en el extremo sur de Manzanita Beach y fue compartido a través de las redes sociales del Seaside Aquarium. El personal del lugar detalló que había recibido fotografías de la tortuga en las que quedaba claro que “llevaba bastante tiempo muerta antes de llegar a la orilla”. Los especialistas recogieron el cadáver para practicarle una “identificación positiva”.
Al momento de limpiar su caparazón se llevaron una sorpresa, ya que se encontraron con percebes vivos, gambas esqueléticas e incluso nudibranquios. De ahí su declaración respecto a que el animal había emprendido un último viaje con un ecosistema. Los trabajadores del acuario explicaron que la costa de Oregon no era ajena a estos reptiles, porque suelen encontrarse tortugas lora. Sin embargo, hallar una del tipo boba sí es “bastante raro”.
Estas tortugas se encuentran fácilmente en el océano Pacífico, donde hay dos poblaciones diferentes que se anidan exclusivamente en el archipiélago japonés. Los ejemplares juveniles buscan alimento, se desarrollan y maduran en el Pacífico oriental, occidental y central. Algunas de sus zonas de alimentación más productivas están frente a las costas de Baja California, en México.
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