El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, recordó hoy al presidente Joe Biden, que Israel es un “país soberano que toma sus decisiones” después de que el estadounidense le instara a enterrar definitivamente la reforma judicial que ha provocado una fractura social sin precedentes en la nación hebrea.
“Israel es un país soberano que toma sus decisiones por la voluntad de su pueblo y no en base a presiones del exterior, incluso de los mejores amigos”, respondió Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina, después de Biden afirmara que el israelí no podía “continuar por ese camino” y le pidiera que “se retractara”.
El lunes Netanyahu anunció que aplazaba la tramitación de la polémica reforma judicial en la Knéset (Parlamento israelí) para dar tiempo a lograr un amplio consenso con la oposición, después de tres meses de masivas protestas en las calles de todo el país e incluso la convocatoria de una huelga general ese mismo día.
“Conozco al presidente Biden desde hace más de 40 años y aprecio su compromiso de larga data con Israel”, indicó Netanyahu, quien apuntó que la alianza entre Israel y EEUU “es inquebrantable y siempre supera los eventuales desacuerdos”.
Según medios israelíes, Netanyahu está molesto desde hace semanas con Biden porque todavía no ha sido invitado formalmente a la Casa Blanca desde que asumió de nuevo como primer ministro de Israel a finales de diciembre; algo que supuestamente se debe a preocupación de Washington por la reforma judicial.
Aunque el presidente Isaac Herzog ya arrancó ayer un proceso de diálogo con representantes del gobierno y de la oposición, los grupos convocantes de las protestas están decididos a mantener su pulso en las calles hasta que no se eche para atrás definitivamente la reforma judicial planteada por la coalición de Netanyahu, que busca aumentar el control del Ejecutivo sobre la Justicia, blindando leyes ante su revisión judicial y eligiendo a los jueces.
Además de la oposición, amplios sectores sociales como el financiero, el jurídico o incluso el militar, consideran la reforma una amenaza para la democracia porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia.
“Mi administración está comprometida con el fortalecimiento de la democracia mediante el restablecimiento del equilibrio adecuado entre los tres poderes del Estado, lo cual nos esforzamos por lograr a través de un amplio consenso”, subrayó hoy el primer ministro, quien tiene tres juicios abiertos por corrupción.
EFE