El régimen de Nicaragua excarceló este viernes a 2.500 prisioneros comunes con sentencia firme para que vivan en régimen de convivencia familiar en sus viviendas con motivo de la Semana Santa.
Los beneficiados con regresar a sus hogares son 830 personas que estaban recluidas en la cárcel La Modelo, 530 en el penal Granada (este), 425 en el de Matagalpa (norte), 196 en el de Estelí (norte), 164 en el de Juigalpa (centro), 148 en el de Chinandega (oeste), 113 en el de León (oeste) y 94 en el de Bluefields (Caribe sur), según las cifras del Gobierno.
Los convictos fueron entregados a sus familiares en medio de ceremonias, en donde los beneficiados firmaron su carta de libertad bajo condiciones, de acuerdo con la información.
Durante el acto de excarcelación, la ministra nicaragüense de Ortega, María Amelia Coronel Kinloch, pidió a los presos que ahora gozan del beneficio legal de convivencia familiar “aprovechar su libertad” condicional, la cual, dijo, “conlleva mucha responsabilidad y compromiso”.
Un total de 4.850 reos comunes fueron enviados a sus casas en Nicaragua en 2022.
Entre 2014 y 2022, el Gobierno nicaragüense sacó de prisión a 38.540 prisioneros, para un promedio anual de 4.282 órdenes de libertad condicional decretadas directamente por el Ejecutivo.
El régimen de Daniel Ortega suele otorgar libertad condicional a los reos comunes en ocasión de Semana Santa, el Día de las Madres, el Día del Padre, en el aniversario de la revolución sandinista y en las fiestas de Navidad.
La excarcelación de reos comunes antes de cumplir sus penas ha sido criticada por organizaciones feministas, como la Red de Mujeres contra la Violencia, bajo el argumento que tras esos beneficios hay un incremento de feminicidios y de la delincuencia en general en Nicaragua. EFE