El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró este jueves que Rusia seguirá incrementando la cooperación militar y de seguridad con Bielorrusia debido a las crecientes tensiones en las fronteras de ambos países por la intervención militar del Kremlin en Ucrania.
“Rusia y Bielorrusia están incrementando, y lo seguirán haciendo, su cooperación en el ámbito militar y de seguridad”, dijo Putin durante la reunión del consejo supremo de la Unión Estatal, que integra a Rusia y Bielorrusia.
Subrayó que esa cooperación técnico-militar responde “sin lugar a dudas” a los intereses fundamentales de ambos países y sus respectivos pueblos, por lo que propuso elaborar una doctrina de seguridad en el marco de esa unión ruso-bielorrusa para contrarrestar, entre otras cosas, “la guerra informativa y sancionadora” occidental.
“Nos conviene desarrollar seriamente la planificación estratégica, por lo que seguiremos reforzando el sistema de seguridad de la Unión Estatal”, resaltó.
Seguidamente, ordenó al Consejo de Seguridad de Rusia apoyar la propuesta de su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko, de prorrogar varios de los acuerdos existentes en ese terreno.
Al término de la reunión, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó que la actual “coyuntura internacional” obliga a Rusia a “actualizar” su estrategia a la hora de garantizar su seguridad y la de Bielorrusia, país que es su principal aliado en la operación militar en Ucrania y con el que “se está integrando” a marchas forzadas.
Aseguró que Moscú no puede abandonar a su suerte a Minsk, cuyos vecinos, en alusión a Polonia y los países bálticos, tachó de “hostiles”.
Recientemente, Putin anunció un acuerdo con Minsk para el emplazamiento de armas nucleares tácticas en Bielorrusia, para lo que los especialistas de ese país comenzaron la correspondiente instrucción el 4 de abril.
Aunque Lukashenko dijo que toda la infraestructura está preparada, Putin precisó que los silos no estarán terminados hasta julio.
El secretario del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexandr Vólfovich, aseguró hoy que no es seguro que ese armamento sea emplazado justo en la frontera con sus vecinos -Polonia, Lituania y Letonia-, todos miembros de la OTAN.
“Toda Bielorrusia está rodeada de fronteras occidentales. Somos la plaza fuerte occidental de la Unión Estatal. Se pueden desplegar donde más convenga. Las distancias y la extensión de Bielorrusia son de 600 kilómetros. Esto permite desplegar (las armas) donde uno quiera”, señaló, según informó la agencia oficial BELTA.
Destacó que, cuando Bielorrusia formaba parte de la Unión Soviética, “había más de 43 puntos de emplazamiento de armamento nuclear”.
“Son muchos. Todos se conservan. Lo dijo el presidente”, añadió.
A su vez, descartó el empleo de las armas nucleares tácticas rusas y recordó que tanto esas armas como las estratégicas están destinadas a disuadir y “a garantizar la seguridad de Rusia y Bielorrusia”.
“Lo importante no es la cantidad, lo importante es la calidad y saber usarlas. Y sabemos cómo hacerlo… (Pero) No creo que lleguemos a usarlas”, aseveró.
En cuanto a los plazos de despliegue, admitió que es una decisión que deben tomar los presidentes.
“Depende de ellos”, subrayó.
La pasada semana Lukashenko también se mostró dispuesto a acoger, si es necesario, armamento estratégico en forma de misiles intercontinentales, como en tiempos soviéticos.
Peskov precisó que ese asunto no fue abordado durante la reunión de la Unión Estatal de este jueves, pero no descartó que fuera tratado durante la reunión informal de anoche entre ambos mandatarios en el Kremlin, en la que Lukashenko dijo haber hablado con Putin sobre cooperación militar.
“Si es necesario, utilizaremos todo lo que tenemos en nuestro poder para defender nuestros países y nuestros pueblos. No chantajeamos a nadie. Así será”, aseguró Lukashenko durante su intervención en la reunión del consejo de la Unión Estatal.
EFE