“Matar tigres”. Eso hacen los profesores universitarios en Venezuela para sobrevivir: mientras en países como México, Perú o Ecuador el salario mínimo de estos profesionales supera los dos mil dólares, en la nación venezolana puede estar por debajo de los 10 dólares al mes.
Tirso García, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Oriente (Apudo), aseguró que hay docentes desesperados que trabajan hasta de vigilantes en busca de sueldos que permitan llevar comida a sus hogares.
En pocas y duras palabras, lo que gana un trabajador universitario no alcanza para vivir y por eso han tenido que realizar otras actividades para conseguir ingresos extras. También hay quienes viven de las remesas que les envían sus familiares desde el exterior. Los más desafortunados viven situación de pobreza extrema.
“Hay quienes laboran como vigilantes privados para poder subsistir con los 80 dólares que les pagan. Algunos dan clases en liceos e institutos, y otros trabajan como transporte público para medio mantenerse dentro de este país, porque los sueldos realmente no alcanzan”, lamentó García en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de La Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), explicó que la Canasta Alimentaria Familiar en febrero de 2023 se ubicó en 11.873,34 bolívares, que equivale a 482,26 dólares.
Por ello, se requiere de 91,33 salarios mínimos para acceder a la Canasta Alimentaria Familia, mientras algunos trabajadores universitarios no tienen ni para movilizarse, provocando que las casas de estudio tomen medidas especiales para continuar las clases.
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