El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo, afirmó que el avance de la inteligencia artificial es “imparable”, pero advirtió que la tecnología suele crear más empleos de los que destruye.
“La inteligencia artificial es imparable. Tenemos que aceptar que avanzará más y más. Pero hablando en términos generales, los avances tecnológicos y digitales suelen crear más empleos de los que son destruidos. Eso lo sabemos”, dijo Houngbo a EFE por teléfono, al margen de su primera visita a Brasil desde que asumió el cargo el año pasado.
Houngbo apuntó que el “desafío” que plantea la inteligencia artificial a los Gobiernos es el desarrollo de estrategias orientadas a ofrecer oportunidades de formación a los trabajadores que enfrentan la amenaza de perder su trabajo, para que puedan optar a otros empleos “de calidad”.
LA DESIGUALDAD, EN AUMENTO
Y las novedades tecnológicas son solo uno de los ingredientes que han alimentado las incertidumbres en el mercado laboral y han agravado las desigualdades y la informalidad, advierte Houngbo.
“Si miramos los datos, tres años después del inicio de la pandemia, las desigualdades están aumentando. 4.000 millones de personas, la mitad de la población, carecen de cualquier tipo de protección social. En muchos casos, no tienen igualdad de oportunidades en sus vidas”, comentó.
Para combatir estas inequidades, la OIT pretende impulsar una “coalición global por la justicia social”, cuyo lanzamiento tendrá lugar el próximo junio durante la Conferencia Mundial del Trabajo, que se celebrará en Ginebra.
La coalición global, explicó Houngbo, tratará de que los compromisos sociales tengan “el mismo impulso que el cambio climático” en la agenda global.
El titular de la OIT viajó a Brasil precisamente para pedirle al presidente Luiz Inácio Lula da Silva que se sume a esta coalición global.
En relación a Brasil, Houngbo apuntó que la agenda social del Gobierno de Lula está “muy alineada” con estos objetivos y vaticinó que el país suramericano será “uno de los principales campeones” mundiales de las políticas sociales.
LA LACRA DEL TRABAJO ESCLAVO
Uno de los capítulos en los que Brasil está dando “grandes pasos” es el combate al trabajo esclavo, apuntó Houngbo, aunque el país aún tiene pendiente la ratificación del protocolo de la OIT contra el trabajo esclavo, de 2014.
Houngbo pidió “no solo a Brasil, sino a todo el mundo” la firma de este acuerdo, que ya ha sido ratificado por 59 países y está en vigor desde 2016, y que es un instrumento clave para combatir la esclavitud moderna.
Las autoridades de Brasil han rescatado en el primer trimestre de este año a 918 trabajadores sometidos a condiciones análogas a la esclavitud, una cifra récord en quince años.
En su mayoría son campesinos empleados en plantaciones, donde son sometidos a jornadas extenuantes y cobran salarios míseros, que a veces ni cubren los costos del alojamiento, donde son mantenidos en condiciones insalubres.
LOS RIESGOS DE LA INFLACIÓN EN AMÉRICA LATINA
El director de la OIT también advirtió de que existen “incertidumbres” que pueden amenazar la creación de empleo en América Latina, luego de que la región haya dado pasos en la recuperación económica tras la pandemia.
Entre varios factores que preocupan a la OIT, citó la alta inflación y las elevadas tasas de interés que algunos países han colocado para tratar de controlar los precios, y que han causado un enfriamiento en el mercado laboral.
No obstante, Houngbo subrayó que en los países en desarrollo es especialmente importante no centrarse en el número de puestos de trabajo creados, sino en “la perspectiva de la calidad”.
En ese sentido señaló que en América Latina, el nivel medio de desempleo (7,2 %) es inferior a la época previa a la pandemia, pero sin embargo, la covid “borró” los avances que se hicieron en los últimos años en el combate a la informalidad laboral, que se ha incrementado.
Y es importante, resaltó Houngbo, “dignificar” al trabajador y dotarlo de un mínimo de protección social y sanitaria.
EFE