“Las palabras de Rafael Cadenas fueron otra vez espectaculares. Fue un acto bello, estamos emocionados. Y ese cierre del discurso con la cita del Quijote sobre la libertad, ‘uno de los más preciosos dones que los hombres dieron a los cielos’: ¡Hemos llorado a chorros!”, confiesa a EL MUNDO Betsaide Ochoa, propietaria de la librería El Clip en Barquisimeto, la ciudad natal de Rafael Cadenas, cuando todavía no ha cesado el jolgorio a su alrededor. Un grupo nutrido de admiradores del poeta se ha reunido para seguir en directo, a primera hora del día en Venezuela, la entrega del Premio Cervantes, celebrada como si se tratara de la final de la Copa del Mundo de fútbol.
Por: El Mundo
Todo ello a espaldas de la revolución bolivariana, que nada quiso saber del primer Cervantes venezolano, la figura moral de una sociedad herida que ha combatido por la libertad con la belleza de sus versos. Y es que en el país de los horrores, las palabras de Cadenas han iluminado las sombras desde hace años. Palabras que animan la resistencia de los libreros, quienes aguantan como pueden el embate del chavismo, y de los escritores venezolanos, de fuera y de dentro, que con sus voces protagonizan una vibrante resurrección de la literatura criolla.
“Se había obrado el prodigio. El día que anunciaron el Cervantes volví a leer el que quizá sea mi poema favorito, Ars poetica, y que comienza así: ‘Que cada palabra lleve lo que dice. / Que sea como el temblor que la sostiene. / Que se mantenga como un latido'”, describe para EL MUNDO el escritor Juan Carlos Chirinos, autor de Renacen las sombras.
“Es como cuando asistes a un sueño que pensabas que nunca iba a hacerse realidad. Aparte de las divergencias estéticas que pueda haber entre los escritores venezolanos en este momento, hay algo que nos une, y es un peso infinito sobre los hombros. Una carga destructiva que tiene una dictadura sobre la vida cotidiana”, reconoce a este periódico Juan Carlos Méndez Guédez, quien ha seguido los pasos en Madrid del maestro Cadenas.
“Aquí, soltando lagrimitas sin parar”, confiesa Rodrigo Blanco Calderón, ganador de la Bienal de Novela Vargas Llosa con “The Night”.
Los tres autores, y muchos más, forman parte del batallón de escritores venezolanos que con Cadenas al frente pretende “recuperar el fulgor y la pureza de una palabra, la belleza, frente al chavismo que es la exacerbación del miedo y de la muerte”, resume Méndez Guédez.
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