El ex secretario general de la ONU Ban Ki-moon, que visitó Birmania (Myanmar) el 23 y 24 de abril, afirmó este martes que en una reunión le pidió al jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, el fin de la violencia y que se siente a dialogar.
“Vine a Birmania a instar a los militares a adoptar un cese de la violencia inmediato y que empiecen un diálogo constructivo con todas las partes implicadas“, dijo Ban, según un comunicado de The Elders (“Los Mayores”), un grupo independiente fundado por Nelson Mandela en 2007 y que trabaja en defensa de la paz y los derechos humanos.
“Se trató de unas reuniones exploratorias. Haré todo lo que pueda para ayudar a que el pueblo birmano alcance la paz, la prosperidad y la libertad que merecen“, agregó el ex secretario general, que ha sido criticado por activistas prodemocráticos por reunirse con el general golpista y aparecer en fotos con él que ha publicado la prensa oficialista.
En el comunicado, Ban dijo que expresó el deseo de la comunidad internacional para la liberación de los presos detenidos de manera arbitraria y cautela a todas las partes involucradas en el conflicto.
El antiguo jefe de la ONU subrayó que Birmania debería celebrar elecciones cuando no haya violencia o, en caso contrario, los resultados no serán reconocidos por la comunidad internacional.
También reiteró la condena internacional al ataque militar que el pasado 11 de abril causó al menos 168 muertos, incluidos 40 menores, en la región de Sagaing, el ataque más sangriento del que se tiene constancia desde la asonada.
FOTO EN LA PRENSA OFICIALISTA
Según publicó hoy el medio oficialista “The Global New Light of Myanmar“, la reunión entre Ban y Min Aung Hlaing tuvo lugar en la mañana del lunes en la oficina del militar golpista donde ambos “intercambiaron puntos de vista” sobre la situación de Birmania “con actitud constructiva”.
La portada del diario muestra una foto de gran tamaño en la que se ve al ex secretario general y al general golpista sentados en una habitación.
El Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH), formado por activistas y parlamentarios depuestos en el golpe de 2021, indicó en Twitter que celebra los intentos de Ban por frenar la violencia, pero agregó que el pueblo birmano no solo quiere paz y democracia sino también justicia y rendición de cuentas.
Las reacciones a la visita reflejan la división de los Gobiernos y organizaciones que quieren seguir la comunicación con la junta militar y quienes piensan que reunirse con los generales solo sirve para alimentar su propaganda.
Min Aung Hlaing lideró un golpe de Estado en febrero de 2021 que derrocó al Gobierno electo de la premio nobel de la paz Aung San Su Kyi, que se encuentra detenida desde entonces y que ha sido condenada a 33 años de cárcel por diversos delitos.
Al menos 3.430 personas han muerto por la brutal represión ejercida por parte de las fuerzas de seguridad, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, según los últimos datos de la ONG birmana Asociación para la Asistencia de Presos Políticos. EFE