Son células que fueron generadas por científicos de los Estados Unidos a partir del uso de un hidrogel artificial en bacterias. Desde tratamiento contra el cáncer hasta vacunas, cuáles serían los próximos pasos
En los Estados Unidos, científicos crearon por primera vez “células ciborg” semivivas. Estas tienen las mismas capacidades que las células vivas pero son incapaces de replicarse. Los expertos estiman que podrían tener una amplia gama de aplicaciones que van desde la producción de fármacos para tratamientos de enfermedades hasta para la limpieza de la contaminación.
Por Infobae
La producción de las “células ciborg” estuvo a cargo de un grupo de ingenieros biomédicos de la Universidad de California en Davis. El estudio se publicó en la revista especializada Advanced Science.
Para obtener estos resultados, los científicos implantaron un andamio (en inglés se conoce como “scaffold) de hidrogel artificial en bacterias, con lo cual lograron obtener “células ciborg” semisintéticas. Según indicaron, tienen la esperanza de que algún día puedan funcionar como diminutos robots en medicina, limpieza ambiental y hasta producción industrial.
Además de hacer las células más resistentes, este andamiaje elimina su capacidad de reproducción, por lo que pueden controlarse mejor que las bacterias vivas modificadas genéticamente. También consideraron que son más fáciles de crear que células totalmente artificiales de complejidad similar.
“Nunca pensamos que esto funcionaría”, afirmó el biólogo sintético y coautor del estudio Cheemeng Tan, de la Universidad de California en Davis. “Cuando se introduce una matriz de gel en las células, la mayoría de las veces se cree que las matará”, admitió. Sin embargo, el equipo decidió intentarlo.
Para construir un robot biológico, los investigadores suelen hackear el código genético de un microbio vivo para adaptar el organismo a un fin determinado. Pero miles de millones de años de evolución han enseñado a los microbios a no hacer cosas que los pongan en peligro. Entonces, es una situación engorrosa para los biólogos sintéticos que quieren que las células produzcan sustancias químicas valiosas pero tóxicas, o que realicen otras tareas peligrosas.
“No son estúpidos; no van a hacer algo que no les permita dividirse o crecer mejor”, comentó la bióloga sintética Kate Adamala, de la Universidad de Minnesota, que no participó en el nuevo estudio.
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