Alberto Perozo, secretario de reclamo del Sindicato de los Trabajadores Eléctricos del estado Lara, asegura que el personal de Corpoelec sigue siendo vulnerado al suspenderles los sueldos y amenazarlos con removerlos de los cargos si no cumplen el horario completo de trabajo.
Yanitza Martínez // Corresponsalía lapatilla.com
Perozo manifiesta su preocupación por esta recurrente situación que ha llevado a muchos empleados a formular las denuncias ante la Inspectoría del Trabajo, pero al parecer, este ente no se pronuncia y no le otorga la celeridad que ameritan los casos, jugando al cansancio de los trabajadores, que en la mayoría de los casos terminan renunciando para emigrar a otros países en busca de mejores oportunidades.
Sobre la situación salarial, detalló que el trabajador administrativo en promedio percibe un ingreso quincenal entre 120 y 200 bolívares, mientras que el personal de guardia devenga 200 bolívares a la semana y las bonificaciones están ubicadas entre los 50 y 100 bolívares, respectivamente.
Entre otras cosas, señala el sindicalista la situación actual del personal jubilado, quienes perciben 130 bolívares al mes. Con estas nuevas medidas, han perdido toda una vida de trabajo al servicio de la nación, ya que las bonificaciones no tienen ningún tipo de incidencia en las prestaciones sociales.
Las nuevas medidas en materia de ingreso son un robo para todos los empleados, quienes hoy ven perdido años de trabajo y dedicación a un sector tan importante y estratégico como es el sector eléctrico, cuyos trabajadores en cualquier país del mundo son uno de los mejores remunerados por el Estado.
Por su parte, Oswaldo Méndez, presidente del sindicato eléctrico, sostiene que al menos 500 trabajadores adscritos a la Corporación Eléctrica Nacional en el estado Lara, han sido removidos de sus cargos, mientras que los que permanecen activos, son víctimas de persecución, amedrentamiento y vejación por parte de la alta gerencia de esta empresa en la entidad.
Para Méndez es importante un cambio de gobierno inmediato que permita lograr nuevamente la estabilidad de todos los trabajadores en cuanto a beneficios y se vuelvan a retomar las contrataciones colectivas, las mismas que hoy han terminado sepultadas por el régimen venezolano.