Joana Sanz se sometió a las preguntas de sus seguidores en Instagram. “Estoy cansada de este tipo de mensajes”, afirmó.
Por infobae.com
A pocos días de que se cumplan los cuatro meses de la detención de Dani Alves, acusado de una presunta violación a una joven de 23 años en el baño de una discoteca de Barcelona, su esposa Joana Sanz continúa defendiéndolo pese a haberle pedido el divorcio recientemente.
La modelo, que aseguró que aunque estén separados seguirá estando para él porque lo ama, utilizó sus redes sociales para hacer un descargo después de que un fanático le preguntara cuándo iba a expresarse públicamente sobre el “supuesto violador”.
“Estoy cansada y disgustada con este tipo de mensajes o comentarios”, disparó la española automáticamente y agregó: “¿Dónde queda la presunción de inocencia? Porque hasta ahora, el único juicio que ha habido, es el juicio paralelo que le hicieron ustedes. No seré yo una más que lo condene. Dejemos de intoxicar un caso tan delicado con la opinión pública”.
Sanz, que optó por interactuar con sus seguidores a través del stickers de “preguntas de Instagram”, también recibió otra consulta que la incomodó: su supuesta relación con el futbolista del PSG Achraf Hakimi, quien está envuelto en una polémica después de que fuera acusado de violación en marzo de este año.
A comienzos de marzo, el defensa marroquí del París Saint-Germain (PSG) fue formalmente acusado por la presunta violación de una joven, quien se presentó en la comisaría de Nogent-sur-Marne para relatar los hechos, aunque no presentó denuncia.
La mujer acudió a bordo de un automóvil que solicitó el marroquí, precisó el diario Le Parisien. Según la joven, el futbolista se propasó: la besó en los labios pese a su rechazo, le levantó la ropa y le besó los senos e incluso le introdujo los dedos en la vagina, mientras ella intentaba resistirse.
La chica señaló que consiguió deshacerse de su agresor de una patada y envió un mensaje a una amiga, que acudió a buscarla.
“La denunciante rechazó interponer denuncia, rechazó someterse al menor examen médico y psicológico y rechazó un careo con Achraf Hakimi, por lo que la acusación se basa exclusivamente en sus afirmaciones”, subrayó la defensa de Hakimi comandada por Fanny Colin.
Esta acusación también le costó el matrimonio al futbolista marroquí. Después de que trascendiera el caso, Hiba Abouk (36) hacía el anuncio en sus redes sociales y confirmaba que los trámites del divorcio estaban en proceso. “Quién iba a imaginar que además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una separación y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que hacer frente a esta ignominia”, consideró hace un par de semanas en lo que fue su primera entrevista pública con el medio Elle.
Pese a que los casos de los que fueron acusados los futbolistas son similares, en el que respecta al defensor marroquí, no hubo una denuncia formal ni tampoco existieron pruebas con las que se pudieran trabajar. De hecho, la abogada del jugador afirmó que su cliente está siendo “objeto de una tentativa de chantaje”. Hasta el momento, no se conocieron novedades sobre cómo continúa la investigación judicial.