Fallas eléctricas con una duración que supera las cuatro horas al día, mantienen en zozobra a la población apureña durante los últimos meses. La situación es rechazada por los vecinos de varios sectores de los municipios San Fernando y Biruaca de la entidad llanera.
María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com
Luis Alberto Rodríguez, vecino del barrio San José en el municipio San Fernando, se queja de la mala prestación del servicio eléctrico, ya que su abuela padece problemas cardíacos y respiratorios, por lo que durante los apagones es imposible que descanse.
El afectado relató que la respiración de la adulta mayor agraviada por esta problemática, depende de un aparato especial que le suministra el oxígeno a sus pulmones.
En tal sentido, Rodríguez lamenta la calamidad, la angustia y el pesar vivido por su familia, debido a las fallas eléctricas en el municipio San Fernando.
Cristóbal Acuña, habitante del sector El Paraíso, municipio Biruaca, rechazó la aplicación de cortes eléctricos discrecionales por parte de Corpoelec.
“Los apagones pueden durar entre cuatro a cinco horas, el tiempo de duración es decidido por ellos sin previo aviso, y a cualquier hora del día o de la noche. Cuando llueve o arrecia el sol, aumentan los bajones y apagones sin hora ni fecha en el calendario”, dijo Acuña a lapatilla.com.
A Fátima Rebolledo, comerciante y repostera, se le ha hecho imposible elaborar dulces, porque durante su horario de trabajo nocturno se queda sin luz.
“Los apagones son terribles, porque no hay planificación ni un cronograma. Vivo nerviosa a la hora de trabajar la repostería, porque lo hago en la noche. Esta semana no he trabajado. Ojalá cesen los apagones”, manifestó Rebolledo.