Aviones rusos derribados en su propio territorio fueron supuestamente alcanzados por el poderoso sistema de misiles Patriot de Ucrania, en lo que se ha descrito como uno de los peores días para la fuerza aérea rusa desde el inicio de la guerra.
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Se informa que dos aviones, un Su-34 y un Su-35, y dos helicópteros militares Mi-8 fueron derribados en la región de Bryansk la semana pasada. Los videos compartidos en línea mostraron a los aviones y helicópteros militares precipitándose en picada antes de estrellarse en el suelo. Se cree que Ucrania utilizó su sistema de defensa antiaérea Patriot, suministrado por Estados Unidos, para atacar las aeronaves rusas, sospechando que se preparaban para lanzar misiles contra objetivos ucranianos.
Se generaron informes contradictorios tras los accidentes, con medios de comunicación rusos afirmando que los aviones fueron derribados por fuego amigo debido a un mal funcionamiento de los sistemas de reconocimiento de objetivos. Los informes ucranianos negaron enérgicamente la responsabilidad de sus fuerzas, alegando que fueron alcanzados por las propias defensas aéreas de Rusia. Sin embargo, ahora se ha afirmado que Ucrania llevó a cabo los ataques utilizando el sistema de defensa antiaérea Patriot de fabricación estadounidense.
El diario ruso Kommersant informó que los aviones tenían la misión de llevar a cabo un ataque con misiles en la región de Chernihiv, Ucrania. También se sugirió que uno de los helicópteros podría haber estado equipado con equipos avanzados de interferencia electrónica. El sistema Patriot, conocido como Phased Array Tracking Radar for Intercept on Target, es considerado el único sistema de misiles capaz de alcanzar la región de Bryansk. Ha sido una pieza esencial para que Ucrania intercepte misiles y derribe drones rusos.
Si Ucrania estuvo detrás de los incidentes, esto implicaría un costo considerable, ya que cada misil Patriot tiene un costo de aproximadamente $4 millones. Los informes señalan que el sistema de defensa antiaérea Patriot sufrió daños durante un bombardeo ruso a Kyiv, pero después de reparaciones menores, volvió a estar operativo.
Testigos presenciales de los accidentes y rusos proguerra han afirmado que fueron los ataques ucranianos los que derribaron las aeronaves. También se especula que Ucrania podría haber utilizado misiles aire-aire AIM-120 de rango medio suministrados por Estados Unidos. La información sobre el suministro de estos misiles AIM-120 desde Estados Unidos se mantiene en secreto.
Hasta el momento, el Ministerio de Defensa ruso no ha hecho comentarios sobre el incidente. El año pasado, las tropas rusas derribaron uno de sus propios cazas valorado en $34 millones, lo que dejó a Vladimir Putin en una situación humillante.
Con información de The Sun.