El principal sospechoso en el caso de Madeleine McCann ha escrito una serie de cartas oscuras desde su celda de la prisión tratando de convencer al mundo de su inocencia.
Por Metro
Traducción libre de lapatilla.com
La policía que investiga la desaparición de Maddie cree que fue secuestrada y asesinada por el delincuente sexual convicto y abusador de niños Christian Brueckner.
Ahora se ha revelado que Brueckner ha escrito a mano páginas y páginas de cartas en un intento desesperado por negar que él la secuestró y mató. Pero un grafólogo dijo que las cartas muestran que Brueckner estaba “distorsionado y engañado” e indicaba a alguien que quería “comandar y controlar”.
“Nunca puedes imaginar cómo es cuando todo el mundo cree que eres un asesino de niños, y no lo eres”, dice en la carta escrita a lápiz poco antes de que comenzaran las búsquedas.
Parece creer con confianza que nunca tendrá que enfrentarse a un juez por la desaparición de Maddie y afirma:
“Nunca habrá un juicio. Me dijeron hace mucho tiempo que la oficina del fiscal estaba cerrando el caso de Maddie porque no hay ni la más mínima evidencia. Los fiscales no están diciendo nada al público porque deben entregar los archivos a mis abogados, y contienen mucho (sic) material que confirma mi inocencia”.
Brueckner dice que está siendo “perseguido” por la policía y los fiscales que están “intentando crear un monstruo” para “distraer y dejar que la gente piense que soy el indicado”.
Incluso hace acusaciones sexuales extraordinarias contra uno de los miembros clave del equipo de investigación, escribiendo: “Me refiero a un investigador gay que está enamorado de un gran criminal”.
Pero su extraña carta ha sido examinada por la grafóloga Tracey Trussell, quien también analizó otras que envió en los últimos dos años, y dice que sus “vistas fantásticas son constantes, inmutables“. El trazo largo y extendido en la letra S reclinada es un símbolo de “alguien que sufre con sentimientos de culpa. En algunos casos, este símbolo se ve donde se ha producido una muerte violenta cerca del escritor, y están tratando de aceptarlo.