Un nadador australiano que practicaba snorkel frente a las costas del norte de Queensland sobrevivió al ataque de un cocodrilo de agua salada. Y lo hizo de una forma muy peculiar, a la vez que peligrosa: le abrió las mandíbulas para poder sacar su cabeza. Esto es una proeza, si tomamos en cuenta que estos animales de agua salada tienen la mayor fuerza de mordedura de todos los animales de la Tierra, con 1.500 kilos.
Por: Muy interesante
El ataque
El día del ataque, McGowan buceaba con su mujer y unos amigos cerca de las islas Charles Hardy, cerca de la costa del cabo York.
“Me atacó por detrás un cocodrilo de agua salada que me rodeó la cabeza con las mandíbulas. Pensé que era un tiburón, pero cuando levanté la mano me di cuenta de que era un cocodrilo. Pude abrir sus mandíbulas lo suficiente para sacar la cabeza”, declaró McGowan en un comunicado difundido por el servicio hospitalario del gobierno de Queensland.
Según el relato, el cocodrilo intentó atacar al nadador por segunda vez, pero consiguió apartarlo con la mano derecha, que ya había sido mordida por el reptil. McGowan sufrió cortes y heridas punzantes en la cabeza y las manos, y actualmente se recupera de sus lesiones.
“Vivo en la Costa Dorada y soy un surfista y buceador entusiasta, y comprendo que cuando entras en el medio marino, estás entrando en territorio que pertenece a animales potencialmente peligrosos, como tiburones y cocodrilos”, dijo McGowan en su declaración. “Simplemente estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado”.
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