El gigante serbio de los Denver Nuggets fue una de las figuras del encuentro para que los de Colorado se quedaran con la victoria por 104 a 93.
Por infobae.com
Los Denver Nuggets están decididos a quedar en la historia grande de la NBA y comenzaron con el pie derecho en el primer juego de las finales al imponerse cómodamente por 104 a 93 ante unos Miami Heat que lucieron cansados tras su ajustada definición de conferencia contra los Boston Celtis (los de Colorado no tuvieron problemas y barrieron por 4-0 a Los Angeles Lakers de LeBron James). El próximo encuentro será el domingo, nuevamente en el Ball Arena.
Los de Michael Malone tuvieron una actuación muy equilibrada de todo su equipo, pero su principal referencia sin dudas fue el gigante serbio Nikola Jokic, quien aportó un decisivo triple-doble (27 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias). De este modo se unió a Jason Kidd (2002) como los únicos en conseguir un triple-doble en su debut en las finales de la NBA. Su principal ladero fue el base canadiense Jamal Murrya, que firmó una planilla con 26 puntos, 10 pases y seis rebotes.
Lejos de llevarse por las emociones o de mostrar la tensión de un novato, los Nuggets ofrecieron un recital -solo manchado por relajarse demasiado en el último cuarto- y no dieron opción a unos Heat que se presentaron con las fuerzas muy justas y solo dos días de descanso tras vencer en siete partidos la memorable y extenuante final a los Boston Celtics. Su contrincante, que tuvo nueve días libres, tuvo cinco jugadores por encima de los 10 puntos (los otros fueron Aaron Gordon -16-, Michael Porte Jr -14- y Bruce Brown Jr. -10-).
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