Imagina que eres un abuelo y has vivido muchos años en Afganistán. Luego los talibanes llegan al poder. Ahora atraviesas la selva mientras tratas de llegar a Estados Unidos.
Imagina que eres una joven con sueños de estudiar diseño de moda o ser astronauta y has decidido cruzar una decena de fronteras para ver si lo puedes lograr.
Imagina que pones a tu hijo pequeño en una balsa, de noche, en un continente extraño, en un intento desesperado por llevarlo a un lugar seguro.
Para más de 3600 afganos, estas escenas no son producto de la imaginación: desde 2022, cada vez más familias han tomado una peligrosa ruta a través del continente americano, volando hasta Sudamérica, atravesando a pie el traicionero Tapón del Darién y avanzando en distintos medios de transporte hasta llegar a la frontera con EE. UU.
Hace poco, junto con mi colega, el fotógrafo Federico Rios, acompañamos a 54 afganos en parte de este recorrido. Para nuestro reportaje entrevistamos a casi un centenar de personas que han emprendido el viaje. Entre ellas, Tahira, una mujer de ascendencia hazara que logró cruzar a EE. UU. con sus bebés gemelos, que nacieron en Brasil durante la travesía.
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