Las operaciones de rescate continúan este jueves en el centro de la India para sacar a Srishti, una niña de dos años, del pozo de 100 metros de profundidad al que cayó hace más de 45 horas, mientras se buscan nuevas maneras de acercarse a ella por la extremada dureza del terreno, que dificulta la excavación.
“Un equipo de robots que ha participado con éxito en otras operaciones similares ha llegado al lugar“, informó a EFE Ashish Tiwari, director ejecutivo del distrito de Sehore, en Madhya Pradesh, donde se llevan a cabo las operaciones.
“Debido a la dureza del terreno no somos capaces de cavar demasiado, así que estamos intentando llegar a través de la abertura principal del pozo“, agregó.
El funcionario detalló que siguen sin recibir señales de vida por parte de la niña, que inicialmente quedó atrapada a una profundidad de “unos 12 metros“, pero la vibración de las maquinas excavadoras hizo que se deslizase hasta los 30 metros.
Srishti cayó en el pozo alrededor de las 13.00 hora local (7.30 GMT) del lunes cuando jugaba en sus cercanías, tras lo que los vecinos de la zona alertaron a las autoridades.
Equipos de la Fuerza Estatal de Respuesta a Desastres (SDERF) y de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) participaron desde el principio en la operación, a la que ayer por la tarde se unieron efectivos del Ejército, a petición del jefe de Gobierno de Madhya Pradesh, Shivraj Singh.
Imágenes compartidas este jueves por la agencia india PTI muestran la llegada del vehículo que transporta el robot que ayudará en el rescate de la menor, además de una media docena de máquinas excavando un hoyo de grandes dimensiones pero escasa profundidad.
La India vivió una situación similar hace un año, cuando el pequeño Rahul, de 10 años, cayó a un pozo en el norte del país y logró ser rescatado con vida tras una operación que duró más de 100 horas.
No obstante, otro niño de dos años falleció a finales de octubre de 2019 en el sur de país tras caer a otro pozo de unos 30 metros de profundidad. EFE