La renuncia como diputado del ex primer ministro británico Boris Johnson y dos de sus aliados cercanos, Nadine Dorries y Nigel Adams, forzará la convocatoria de tres elecciones parciales en el Reino Unido para cubrir sus escaños en la Cámara de los Comunes.
Esas votaciones serán una prueba para el primer ministro, el conservador Rishi Sunak, en un momento en el que el Partido Laborista lidera las encuestas, si bien no supondrán una amenaza para la amplia mayoría parlamentaria de más de 60 escaños que los “tories” mantienen desde las generales de 2019.
Adams, que ocupaba un asiento en la Cámara Baja desde 2010, dio un paso atrás este sábado, mientras que Dorries, diputada desde 2005 y ministra de Cultura en el Ejecutivo de Johnson, anunció su dimisión el viernes.
Las circunscripciones de Adams (Selby and Ainstry, al norte de Iglaterra) y Dorries (Mid Bedfordshire, en el centro de Inglaterra), son feudos en los que los conservadores ganaron con solvencia en los últimos comicios, con mayorías de 20.000 y 24.000 votos, respectivamente.
En cambio, la de Uxbridge and South Ruislip, que ha dejado vacante Johnson, cayó del lado de los “tories” por un margen más estrecho, de 7.000 votos, y tanto laboristas como liberaldemócratas tratarán de conquistarla cuando se celebre allí la elección parcial.
Esta nueva crisis para el Partido Conservador, cuyos principales dirigentes han mantenido silencio hasta ahora sobre la dimisión de Johnson, se ha desencadenado a raíz de la investigación que debe determinar si el exmandatario mintió al Parlamento sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia.
Antes de que el Comité de Privilegios haya hecho públicas sus conclusiones al respecto, Johnson comunicó el viernes su dimisión inmediata al entender que ese órgano se disponía a recomendar su suspensión como diputado.
La coordinadora nacional de campañas del Partido Laborista, Shabana Mahmood, declaró hoy a “Sky News” que Sunak “ha perdido el control de su partido”.
“Sencillamente, es demasiado débil para unir a unos ‘tories’ divididos, que están más interesados en despedazarse los unos a los otros, provocando dificultades a su propio primer ministro con elecciones parciales, que centrándose en los asuntos que realmente importan a los votantes”, afirmó.
Sunak está obligado a convocar unas generales antes de enero de 2025, y en la esfera política británica se esperan los comicios en la segunda mitad de 2024.
Los conservadores han sido castigados en el último año tanto por los escándalos que obligaron a dimitir a Johnson, como por el fallido Gobierno de Liz Truss, que provocó una tormenta financiera, y según la última encuesta de YouGov perderían unas elecciones por un amplio margen (25 % de los votos, frente al 44 % los laboristas).
EFE