Los bonos venezolanos han despertado el interés de fondos pequeños e inversores fuera de Estados Unidos, que esperan renegociar la deuda o tomar acciones legales ante el vencimiento del plazo para reclamar el pago, según dijeron a Reuters inversores y cuatro fuentes del sector financiero.
Por Mayela Armas / Corina Pons / Rodrigo Campos / reuters.com
Los bonos cotizan a precios muy bajos tras el impago de 2017, agravado por las sanciones de Washington en 2018 que prohibieron a los estadounidenses negociar con la deuda venezolana.
El interés de los inversores ha crecido tras la renovación del permiso del Gobierno estadounidense para que la petrolera Chevron opere en Venezuela y la decisión de Washington de no impedir el posible embargo por parte de los acreedores de las acciones de Citgo Petroleum Corp, el activo más importante de Venezuela en el exterior.
También es clave el plazo de octubre, después del cual algunos tenedores de deuda del gobierno venezolano podrían perder su derecho a solicitar a los tribunales que ordenen el pago.
Algunos de los fondos compran deuda para sus clientes en Europa, dijeron las fuentes a la referida agencia de noticias. Entre los bonos más buscados está el Pdvsa 2020, cuya garantía es la mitad de las acciones de Citgo.
Fondos como Altana Credit Opportunities Fund, con sede en Londres; Copernico Recovery Fund, en las Islas Caimán; Canaima Capital Lux, en Luxemburgo; y Auriga Global Investors, una correduría con sede en Madrid, han estado comprando bonos a tenedores que no han cobrado el principal ni los intereses desde hace casi seis años.
“La gran mayoría de los tenedores de bonos son acreedores a favor de una reestructuración consensuada de la deuda venezolana. Solo actuarían legalmente si no hubiera una extensión de la prescripción”, dijo Francesco Marani, jefe de negociación de Auriga Global Investors. “Los acreedores necesitan más claridad por parte del Gobierno Biden”.
Los clientes de Auriga tienen posiciones en deuda venezolana por más de 100 millones de dólares (USD), dijo Marani.
Esperanza de grandes ganancias
Aunque las compras de esos fondos representan una pequeña parte de los más de USD 60.000 millones en bonos pendientes, se cotizan a centavos de dólar y hay esperanzas de grandes ganancias.
“La gente invierte cada vez más dinero en nuestro fondo cada mes, cuanto más optimistas son con el plazo“, dijo Lee Robinson, director general (CIO) del Altana Credit Opportunities Fund.
“Quieres estar largo en Venezuela y Pdvsa. Incluso con una perspectiva a 10 años, es una gran operación. La recuperación va a ser significativamente mayor que casi cualquier otro país soberano en dificultades que haya en este momento”, añadió Robinson.
Otros países soberanos en dificultades son Ucrania, Ghana y El Salvador, entre otros.
Altana presentó reclamaciones de pago en 2020 y ha seguido comprando bonos venezolanos y Pdvsa, de los que dijo que posee más del 1% del total pendiente, más de 500 millones al valor nominal.
“Presentamos nuestras reclamaciones ante los tribunales estadounidenses y ninguno de los otros fondos europeos lo ha hecho todavía“, añadió Robinson.
El Copernicus Recovery Fund, gestionado por Copernicus Capital Partners y la firma venezolana NTN Consultores, dijo que posee unos 500 millones en bonos al valor nominal y que busca asumir más.
“El fondo está enfocado en la deuda venezolana”, dijo Jorge Piedrahita, asesor de Copernicus y gerente de la consultora Gear Capital Partners. “Los bonos se compran y se les dan acciones del fondo”.
Fondos que apuestan por la deuda
El Canaima Fund Lux, con sede en Luxemburgo, lanzó en noviembre un vehículo de inversión para agrupar a los tenedores europeos ante una posible acción legal contra el gobierno. El fondo no respondió a las solicitudes de comentarios.
Además de Altana, otros seis fondos han presentado demandas en tribunales estadounidenses por impago y actualmente se está llevando a cabo un juicio para la anulación de los bonos Pdvsa 2020 en Nueva York.
¿Negociaciones a la vista?
El presidente de la junta ad hoc de Pdvsa, Horacio Medina, dijo en mayo que Citgo no puede pagar toda su deuda, pero que está dispuesto a negociar algunos pagos.
Citgo podría estar valorada en USD 13.000 millones.
Los inversores estadounidenses controlaban entre el 75% y el 80% de la deuda soberana y de Pdvsa, según un informe de mayo del centro de estudios Chatham House, pero esa cifra se ha reducido al 50% y el 55% en cinco años debido a las sanciones.
“Entre 15.000 y 20.000 millones de dólares de deuda en manos de (inversores) estadounidenses han migrado a otros tenedores“, dijo.
El Parlamento opositor venezolano electo en 2015 —reconocida por Estados Unidos como su último órgano democrático— tiene licencia del Departamento del Tesoro estadounidense para llevar a cabo acuerdos de deuda con el Gobierno y Pdvsa.
Un grupo de acreedores ha pedido a la oposición que respalde una propuesta del Gobierno para suspender el plazo de prescripción para los pagos vencidos, pero la oposición aún no ha respondido.
Varios inversores dijeron que en una eventual renegociación de la deuda podrían aceptar participaciones en petróleo o acciones en empresas estatales a cambio de pagos.
“Muchos (inversores) siguen haciendo presión en Estados Unidos para la posibilidad de negociar con bonos venezolanos“, añadió una de las fuentes.