El pasado viernes 9 de junio, fue encontrado el cuerpo sin vida del coronel Óscar Dávila Torres, uno de los encargados de la seguridad del presidente Gustavo Petro y, tras el escándalo de las ‘chuzadas’ a las empleadas de la exjefe de gabinete, Laura Sarabia, se convirtió en una pieza clave para la investigación del caso.
Por El Tiempo
El coronel fue hallado muerto en una camioneta cerca de su apartamento en Bogotá y las razones de su aparente suicidio son materia de investigación. De hecho, se está a la espera de la confirmación de la causa de muerte por parte de la Fiscalía
El domingo 11 de junio se realizaron las exequias del coronel Dávila en el Centro Religioso de la Policía, al que asistieron sus familiares, allegados y oficiales cercanos a este funcionario, estos últimos contaron a EL TIEMPO las preocupaciones que les había confesado Dávila previo a su muerte.
Es así como los oficiales manifestaron que el coronel contemplaba seriamente la posibilidad de terminar condenado por los procedimientos relacionados con el uso de un polígrafo del Palacio y por las ‘chuzadas’ que se les realizaron a las exempleadas de Laura Sarabia, Marelbys Meza y Fabiola Perea, a quienes las hicieron pasar como integrantes del Clan del Golfo.
Además, uno de ellos le contó a EL TIEMPO que le había sugerido que, de ser el caso, aceptara cargos por los procedimientos irregulares.
“Le dijimos que en el peor de los escenarios serían unos dos años preso en una instalación policial, y que siempre íbamos a estar visitándolo y apoyándolo”, aseguró la fuente consultada por EL TIEMPO.
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