Los productores de Rápidos y furiosos 9 (F9: The Fast Saga), la novena entrega de la franquicia Rápidos y furiosos, admitieron ante la Justicia su responsabilidad por un accidente que dejó a un doble de cuerpo con lesiones que “cambiaron su vida”.
Por Clarín
Joe Watts, un doble experimentado que había trabajado en películas de gran presupuesto como Han Solo: Una historia de Star Wars y Pokemon: Detective Pikachu, estaba ensayando una escena de pelea en Leavesden Studios, en 2019, como suplente de Vin Diesel cuando, por razones de guion, debió ser violentamente arrojado por un balcón. Resultado: el hombre cayó sobre un piso de cemento desde una altura de más seis metros de altura.
Se argumentó en su momento que un “cable de seguridad diseñado para detener la caída” no funcionó correctamente y puso en riesgo la vida del doble. A raíz de la espectacular caída, Watts, quien sufrió una fractura de cráneo, lesión cerebral traumática y presenta secuelas psiquiátricas, entre otras lesiones, estuvo en coma durante cinco días después del accidente.
Según sus abogados, el actor de escenas de riesgo quedó con “una serie permanente de problemas cognitivos y físicos” que requieren de un apoyo constante y de terapias especializadas. Por todo lo expuesto, sus abogados dicen que ese episodio redundó en “un cambio de vida”.
¿Cuánto pide en la demanda?
El medio especializado Variety informó que el año pasado Watts presentó una demanda legal por más de 1,2 millones de dólares contra FF9 Pictures Limited, una subsidiaria de Universal Pictures en el Reino Unido.
“No podrá volver a su empleo anterior al accidente como especialista”, afirman sus documentos legales. “Si puede trabajar, por sus condiciones actuales, sufrirá una desventaja permanente en el mercado laboral”. En su presentación de defensa, que se presentó recientemente en el Tribunal Superior del Reino Unido, FF9 Pictures Limited aceptó las cargas y dijeron que ellos tenían la culpa del accidente.
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