La Policía alemana está considerando la posibilidad de liberar al principal sospechoso en el caso de la desaparición de Madeleine McCann, Christian Brueckner, en un intento por avanzar en la investigación. Según informes de The Sun, se espera que las pesquisas se prolonguen hasta 2026.
lapatilla.com
Fuentes del tabloide británico revelaron que si Brueckner es liberado, los agentes planean vigilarlo las 24 horas del día, los siete días de la semana, para observar sus movimientos y sus interacciones. Esta vigilancia constante podría proporcionar pistas valiosas, ya que, aunque Brueckner es considerado “un bicho raro”, también es conocido por ser “animal de costumbres”.
Las autoridades confían en que, una vez en libertad, el sospechoso “volverá a los lugares y personas que frecuentaba en el momento de la desaparición de Maddie”, según reveló una fuente policial a The Sun. Muchos involucrados en la búsqueda creen que la liberación de Christian Brueckner podría arrojar nueva luz sobre aspectos que han sido pasados por alto o incluso desconocidos hasta ahora.
Actualmente, Brueckner cumple una condena de siete años en la prisión de Oldenburg, en el norte de Alemania, por la violación de una mujer jubilada en el balneario portugués de Praia da Luz en 2005. Mientras tanto, la Fiscalía está buscando pruebas sólidas que lo relacionen con la desaparición de la niña británica de tres años en el mismo balneario, con el objetivo de procesarlo por secuestro antes de que termine su condena actual.
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007 de un hotel en Praia da Luz. La niña, que estaba a punto de cumplir 4 años, fue dejada durmiendo junto a sus dos hermanos en la habitación del resort mientras sus padres salían a cenar.
A más de 16 años de su desaparición, los agentes de la Policía del Reino Unido, Portugal y Alemania realizaron una búsqueda en el embalse de Arade, a unos 50 kilómetros del lugar donde se perdió el rastro de la menor. Durante esta búsqueda, se encontraron una serie de evidencias y objetos que presumiblemente pertenecían a Madeleine McCann.