No hay nada seguro con las primarias, pero por ahora es la estrategia opositora que está consiguiendo algunos resultados que apuntan a un acuerdo en el complicado campo de enfrentar al autoritarismo madurista.
El camino no está exento de obstáculos, a lo interno la contienda es feroz y los aspirantes no dudan en descalificarse mutuamente olvidando por momentos quien es el verdadero adversario.
Por su lado el madurismo utiliza su artillería para bombardear el proceso, pues entiende que de resultar exitosas las primarias tendrá que medirse en teoría con el que resulte vencedor.
En el papel los venezolanos vamos a concurrir en 2024 a una elección para elegir presidente, pero el punto es que ese evento que en un país democrático es algo normal, acá es un acontecimiento impredecible, que no tiene fecha, poder electoral que lo organice por la renuncia reciente de los rectores y tampoco candidato opositor pues ya se sabe como el gobierno maneja los poderes públicos a su conveniencia y sacan inhabilitaciones, acusaciones, con el único objetivo de eliminar a cualquiera que amenace con la unidad su permanencia en el poder.
Pero esa forma de actuar no es nueva y en eso están claros los aspirantes a candidatos que se han inscrito en las primarias, veamos el caso de Capriles que está inhabilitado y se inscribió, cualquiera puede preguntarse por qué lo hizo y la respuesta es que hay que pelear las condiciones y rechazar las arbitrariedades del régimen, si nos quedamos esperando que el gobierno ceda graciosamente condiciones estamos soñando, este régimen no es democrático y quien resulte vencedor en las primarias se va a enfrentar a una inhabilitación segura con acusaciones como las que les están lanzando a María Corina que es la que tiene la primera opción de convertirse en la abanderada del cambio.
El que piense que María Corina, Capriles o el que sea que le toque enfrentar a Maduro, no sabe lo que le espera, no entiende que está en juego, en este país se está jugando en un tablero de alta complejidad en donde Rusia, China, Irán y Cuba tienen intereses que cuidar, no son solamente aliados, son socios de una arremetida en contra de los Estados Unidos y Europa, en una confrontación que abarca la economía, el control de mercados, el dominio militar y en definitiva el modo de vida tal y como lo conocemos, nos enfrentamos a un enemigo que difunde una agenda progre que apunta a destruir los pilares de la sociedad occidental para imponer el despotismo oriental chino, cubano o de Corea del Norte en donde el partido único, el control de la familia y la sociedad decide la vida pública y el ámbito de lo que hasta ahora ha sido considerado privado, intimo.
O que creen ustedes que propone el estado comunal con sus leyes y división territorial, sino una manera de control del ciudadano y la familia.
Así que hagamos los que nos toca con los medios disponibles y respaldemos los esfuerzos que se están haciendo en la Comisión Nacional de Primarias, que no se ha paralizado con la jugada de renuncia del CNE y ha respondido con la autogestión lo que sin duda es algo positivo para recuperar la confianza en el voto con esperanza y no con la fe ciega de algunos, porque vamos a dejar algo en claro, si el régimen hace imposible participar en unas elecciones que están obligados a hacer, no creo que valga la pena hacerles comparsa con el argumento que hay que ir a votar porque somos apóstoles del voto.
Por lo pronto lo que hay son las primarias para reconstruir una narrativa de esperanza, el gobierno va a hacer todo lo que este a su alcance para impedirlas o hacerlas naufragar, nadie puede decir que resultará, pero el único camino que tenemos que recorrer es el de la unidad con propósito, vamos a transitarlo paso a paso y no dejemos que el desaliento nos embargue.