El Refugio de Fauna Silvestre de Cuare está ubicado en los municipios Monseñor Iturriza, Acosta y Silva del estado Falcón, y colinda con el Parque Nacional Morrocoy. Constituye el albergue de unas 300 especies de aves y es el hábitat de reptiles y mamíferos en peligro de extinción.
Corresponsalía lapatilla.com
Es importante resaltar que es una de las principales áreas de humedales de Latinoamérica. Fue decretado refugio de fauna en 1972. Es una de las primeras zonas Ramsar que obtuvo Venezuela, el cual es un tratado intergubernamental que sirve de marco para las acciones nacionales y de cooperación internacional para conservar y hacer uso racional de los humedales y sus recursos. Adicionalmente, es un Área Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae).
De acuerdo con Victoria González, representante de la Fundación Azul Ambientalista, en esta área protegida se están construyendo infraestructuras en playa Norte, edificaciones no aptas para el ecosistema. En 2002 esa zona fue decretada escudo protector del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare y no debería ser intervenida por la importancia que tienen sus humedales.
Otro problema que han denunciado es el tendido eléctrico que desforestó 12 kilómetros de la recta de Chichiriviche y el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare para instalar un sistema eléctrico, cuyos postes poseen una altura de 16 metros y pasan justamente por el corredor de vuelos de aves de alta envergadura, entre estas, los flamingos.
Desde 2016 hasta la fecha, la Fundación Azul Ambientalista ha contabilizado innumerables flamingos electrocutados, debido a ese tendido eléctrico que tiene un tamaño descomunal para un pueblo tan pequeño como Chichiriviche.
Derrames de crudo
Los ambientalistas refieren que no hay respuestas ante las solicitudes que han introducido a los gobernantes regionales y locales de turno encargados de estas zonas que son de gran importancia ambiental para Latinoamérica.
Sin embargo, la ONG no se rinde y continúa expresando sus denuncias hasta que las autoridades recapaciten por los daños ambientales, que lamentablemente se verán con mayor fiereza a futuro.
Anterior al ataque del área protegida de las tortugas marinas en Mayorquina, se han registrado derrames de petróleo que han afectado los cayos Borracho y otros más lejanos, además de la zona de Los Juanes, donde hubo una tala masiva de manglares, debido a que el hidrocarburo penetró hasta las raíces.
Por otro lado, el Ministerio de Ambiente permitió un canal de navegación a una empresa que posteriormente cerró de manera misteriosa. Nunca hubo un pronunciamiento del Ministerio de Ambiente que dijera cuáles fueron las razones para autorizar a la compañía y si el canal realmente había sido cerrado.
Desidia de Inparques
En el Parque Nacional Morrocoy, donde no está permitida la pesca, se están capturando los peces loros, que es una especie protegida, porque representa una limpieza vital para los ecosistemas y mantenimiento de las arenas y los cayos Coralinos.
También quienes pescan, cuando se les enredan las redes en los corales, no van al fondo para sacar los nylon, sino que rompen la red quedando pedazos del material en el ecosistema marino, convirtiéndose en zonas de pesca fantasmas, donde una de las especies más afectadas son las tortugas que se enredan y al no poder salir a la superficie, mueren asfixiadas.
Otro de los problemas es la contaminación excesiva por plásticos. Por un lado, los turistas inconscientes que arrojan desechos en los cayos y, por el otro, Inparques no ha sido responsable para implementar planes de limpieza en estas áreas.
“Dejan bolsas amarillas y botellas de plástico que quedan expuestas al sol y, después de un tiempo, se rompen y el plástico se esparce por el lugar, afectando la fauna y flora “. La fundación Azul Ambientalista ha ejecutado jornadas de limpieza en los cayos, pero se debe crear conciencia al turista que visita las áreas para que protejan las zonas, recogiendo los desechos que generan para no alterar el ecosistema.
Herbazales de cloacas
Chichiriviche y Tucacas no cuentan con una planta de tratamiento de aguas servidas, lo que ocasiona que desde las casas y hoteles como Isla del Sol, las cloacas sean vertidas en el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare.
Lo mismo sucede en el caso de Ciudad Flamingo, donde no funciona la laguna de oxidación y eso ha creado en la recta de Chichiriviche, un herbazal que es producto de las aguas servidas de Ciudad Flamingo.
Los herbazales o pastizales son aquellos ecosistemas donde predomina la vegetación herbácea. Estos ecosistemas pueden ser de origen natural constituyendo extensos biomas, o ser producto de la intervención humana con fines de crianza de ganado o recreación. En este caso, se ha creado por el desborde de aguas servidas, no hay un control ni una normativa que ponga en regla a estas instalaciones.
De esta manera, se está generando un ecosistema mediante la dispersión de aguas residuales, lo que causa una contaminación química que, en muchos casos, es peor que la contaminación del plástico, porque no se ve y afecta directamente al ecosistema.
Pese a las denuncias, el Ministerio de Ambiente no ha dado respuesta, además toma medidas arbitrarias y transgresoras de las leyes venezolanas de protección y conservación ecológica, como la Ley de Ambiente y la Ley de Costas.
Las condiciones de vulnerabilidad del Parque Nacional Morrocoy y el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare exigen acciones urgentes del Estado y los ciudadanos para evitar que se continúe con la destrucción de estos importantes ecosistemas marinos.