Rudy Farias habló por primera vez ante los medios de comunicación después de estar en calidad de desaparecido durante los últimos ocho años y luego de que lo encontraran en condiciones poco claras frente a una iglesia en Houston, Texas. Aunque aceptó contar su versión de los hechos, admitió que se sentía abrumado con toda la atención que atrajo su caso y al entorno de confusión que existe alrededor de su familia. El joven, de 25 años, pidió que se ocultara su rostro en las entrevistas.
Por La Nación
En sus declaraciones públicas, Farias aseguró sentirse “muy feliz” y seguro con las personas que lo acogieron después de su reaparición. A su vez, afirmó que su madre lo manipuló durante todo ese tiempo por razones que aún no comprende completamente. La reportera del canal ABC13 Houston, Brooke Taylor, difundió un fragmento de la conversación que tuvo con él en su cuenta de Twitter @ABC13Brooke.
“Nunca me encerró ni me esposó, ni nada de eso. Yo tenía la libertad de irme. Solo que sentía como si me hubieran hecho un lavado de cerebro (…). Ella me encerró allí mentalmente”, contó Farías durante el encuentro. No obstante, su versión de los hechos mantiene algunas dudas sin resolver.
Según las crónicas de los reporteros de los canales FOX 26 y ABC13, que retomaron varios medios de comunicación, durante toda la entrevista, a Rudy se le escuchaba un tono de angustia y ansiedad, en especial cuando mencionó que sentía como que “vivió en una prisión toda su vida” y ahora solo quería ser libre, conseguir su propio trabajo y vivir su vida.
La historia de Rudy Farias deja algunas dudas
Con respecto a las denuncias que hizo el activista Quanell X sobre abuso sexual contra él por parte de su mamá, Rudy aseguró que sus respuestas previas fueron malinterpretadas y reiteró que ella nunca lo obligó a hacer nada sexual “o algo por el estilo” y solo fueron “cosas que realmente me hicieron sentir incómodo”. También contó que cuando finalmente decidió dejar el encierro fue porque quería terminar con esa vida que lo mantenía oculto de los demás y le hacía creer que afuera todo era malo.
Los periodistas lo cuestionaron acerca del uso de drogas en su familia, a lo que él mencionó que solo recuerda una ocasión, cuando tenía unos 12 años, antes de su extraño cautiverio, y su madre le dio a tomar pastillas para dormir. “Ni siquiera recuerdo (por qué lo hizo)… Creo que tenía algo que ver con la escuela. Estaba deprimido y me cortaba las muñecas cuando me ponía triste”, detalló.
Rudy manifestó sentirse aliviado y en paz después de ocho años de su falsa desaparición y ahora que está lejos de su madre, de quien enfatizó no está interesado en relacionarse de ninguna manera. Cuando los reporteros le dieron oportunidad de enviarle un mensaje a través de las cámaras, él externó: “Déjame en paz. Permíteme vivir mi vida solo para ser feliz. Estoy feliz ahora”.
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