En el primer entrenamiento del PSG con el grupo completo de cara a la próxima temporada, el plantel recibió una visita de peso: Nasser Al-Khelaifi, presidente del club, quien se trasladó desde Londres para lanzar un nuevo centro de formación y, de paso, se acercó a saludar a las estrellas. Según consignó L’Equipe, con algunas mantuvo entrevistas individuales (pero no con Kylian Mbappé), y luego les dirigió unas palabras a todos los presentes en el ensayo.
Si bien su discurso tuvo como objetivo motivar a las figuras pensando en los próximos desafíos luego de una temporada turbulenta, tras la cual se marcharon nombres de peso como Lionel Messi o Sergio Ramos (y Neymar, siempre apuntado, continúa en la plantilla), su alocución resultó por momentos dura, y en la misma se leyeron algunas indirectas para el citado Mbappé. Es que el delantero, de 24 años, ya anunció que no optará por el año extra de contrato incluido en su vínculo, por lo que en junio de 2024 quedará libre. Y los qataríes, dueños de la institución, no contemplan esa posibilidad, por lo que lo presionan para que firme o acepte ser negociado sí o sí antes del 31 de agosto. Se habla de una cifra cercana a los 200 millones de euros.
Claro, el París no puede obligar al jugador a ser transferido. Y resta saber si existe un club con espalda como para pagar dicha cifra y el contrato del futbolista. El Real Madrid lo quiere, pero es mucho más lucrativo esperar un año y que la inversión se limite a sus honorarios. En ese contexto llegó el discurso de Al-Khelaifi.
Fue allí, según remarcó L’Equipe, cuando comenzaron los dardos indirectos hacia Kiki. “El club es más grande que cualquiera aquí. Incluso más grande que yo. Espero que estén al 200% en el entrenamiento. Están en el mejor centro de entrenamiento del mundo. Deberían estar orgullosos de eso y deberían beneficiarse de ello. Tienen todo para triunfar aquí. No falta nada. Es necesario trabajar duro. Quiero divertirme cuando veo a mi equipo, exigió.
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