España celebró elecciones generales por primera vez en pleno verano este 23 de julio, con más de 37 millones de personas llamadas a votar.
Una veintena de provincias estaban en alerta por temperaturas de más de 40 grados, lo que llevó a que los colegios electorales se prepararan con ventiladores y agua fría para combatir el calor extremo.
A pesar de las altas temperaturas, los datos de participación fueron positivos, aunque muchos miembros de las mesas electorales se quejaron de la falta de garantías mínimas para combatir el calor.
En algunos colegios electorales no había aire acondicionado ni ventiladores, y el agua estaba a temperatura ambiente.
Los golpes de calor también afectaron a algunos votantes, con servicios sanitarios realizando asistencias médicas en varios colegios electorales de Madrid, y cuatro personas mayores desmayándose por el calor en Palma de Mallorca.
A pesar de los desafíos, los españoles acudieron a las urnas equipados con abanicos, botellas de agua y hasta ropa de playa.
Sin embargo, la ola de calor no impidió que la fiesta de la democracia se llevara a cabo con éxito.
Con información de INFOBAE