Carlos Ochoa: El futuro no está escrito

Carlos Ochoa: El futuro no está escrito

Desde el principio la oposición que organiza y participa en las primarias está clara que el evento electoral constituye un reto al autoritarismo de Maduro, ni el más ingenuo espera que las primarias sean lo que en un país democrático es el ejercicio libre de los derechos políticos para escoger un candidato, un liderazgo que promueva un cambio alternativo.

Si nos cruzamos de brazos o nos sentamos de nuevo a una mesa de un dialogo interminable que no alcanza los objetivos  van a continuar las inhabilitaciones, descartando a todos los candidatos que Maduro considere peligrosos, los poderes públicos del régimen con la Contraloría y el TSJ a la cabeza van a inventar medidas para torpedear las primarias, las agresiones, amenazas e imputaciones pueden escalar con el objetivo claro de desunir, dividir a la dirigencia opositora.

Con ese escenario complicado y nada seguro la dirigencia no encuentra como construir una estrategia unitaria que de cara a las hipotéticas elecciones de 2024.





La pregunta que hay que formular a algunos pre candidatos es ¿para qué se inscribieron en las primarias si dan como un hecho que Maduro es quien va a seleccionar el candidato a su medida? 

Eso puede ocurrir si no se tiene la convicción que el futuro puede construirse y para ello hay que salir de la zona de confort de “oposición fiel” que han desempeñado algunas organizaciones y dirigentes opositores.

Cuando María Corina asegura que va hasta el final y despierta adhesiones y apoyos está retando al madurismo, ella no reconoce inhabilitaciones inconstitucionales, su convicción más reconocida es que con el apoyo del descontento mayoritario y las variables que no le son favorables al régimen a lo interno y lo externo se puede comprometer al país hacia el cambio, esta convicción es parte de una narrativa que la distancia de sectores de la oposición que ven a Maduro imponiendo la agenda política en 2024.

Si no hacemos nada para impedirlo o ponérsela difícil veremos a un Maduro con el látigo en la mano,  es una posibilidad que asoma en el horizonte de sucesos pero no está escrito que ocurra así, hay demasiadas cosas y acontecimientos que nos pueden salvar de esa desgracia.

 Por otra parte María Corina puede ser víctima de las amenazas que le han hecho, ser detenida, imputada por delitos inexistentes, despojada de la nacionalidad, pero no la veo vencida ni acobardada sino crecida, los vencidos apreciados lectores,  son los que preguntan qué hacemos si Maduro impide las primarias y descarta candidatos como barajitas en 2024, esos si están de verdad inhabilitados para la política que se necesita para enfrentar la continuidad del autoritarismo.