Los pacientes renales del estado Lara, una vez más hicieron un alto en sus tratamientos para salir a la calle a protestar y exigir mejores condiciones en los centros y unidades de diálisis de la ciudad de Barquisimeto.
Yanitza Martínez // Corresponsalía lapatilla.com
En esta oportunidad, se apostaron la mañana de este miércoles a las puertas de la Dirección Regional de Salud en la capital larense para exigir el buen y correcto funcionamiento de las máquinas de diálisis y mejoras a la infraestructura de las diferentes unidades de esta entidad.
María José Álvarez, joven paciente renal desde hace cuatro años, expresó que aunque cumplen con todos sus tratamientos, no ha habido una mejoría en su salud, puesto a que las máquinas existentes en los diferentes centros de salud no realizan un buen barrido de las toxinas, trayendo como consecuencia la alteración en valores como urea y creatinina.
En ese sentido, apunta que esas máquinas llevan varios años funcionando sin recibir ningún tipo de mantenimiento por parte de las autoridades, por lo que no están al 100 % de su operatividad.
El grupo de pacientes pertenecientes a la Fundación Amigos del Paciente Renal del estado Lara también habló sobre la cantidad de máquinas arrumadas en los centros de salud. Es que en lugar de repararlas o aplicarles mantenimientos preventivos, estas sacadas de las unidades al extremo de constituirse cementerios de máquinas para diálisis.
Esa situación trae como consecuencia la reducción de los turnos en las unidades de tratamiento, así como del número de horas de diálisis para poder darle oportunidad a todos los pacientes. De cuatro horas, que sería lo recomendado clínicamente, los pacientes reciben escasamente dos horas de tratamiento.
Contagio peligroso
Otra problemática denunciada este miércoles y que mantiene preocupada a toda la comunidad de pacientes renales de Lara, es el brote de hepatitis que hay en las unidades de diálisis, ya que la vacuna, al menos de hepatitis B, no ha llegado a los centros asistenciales. Esto pone en riesgo de contraer la enfermedad a pacientes que tienen contacto con sangre y comparten máquinas de diálisis con otros compañeros.
Revelaron que en una unidad de diálisis se han llegado a contabilizar hasta 30 contagios de hepatitis, razón por la cual también exigen un programa de vacunación lo antes posible.
Sempla es un medicamento que se les debe administrar a los pacientes renales, posterior a la diálisis, para prevenir deformidades óseas y cuyo costo supera los 25 dólares. Un gran número de pacientes no tiene posibilidad de adquirirlo.
Sobre esto, señalan que el Estado envía algunas dosis de forma irregular, por lo que no pueden contar con la ampolla de manera permanente y ya varios pacientes han estado presentando problemas para caminar por la falta de ese tratamiento post diálisis.
Entre tantas denuncias elevadas a la Dirección Regional de Salud está la falta de tratamientos inmunosupresores para pacientes trasplantados. Señalan que no hay garantía de que el Estado venezolano proporcione estos medicamentos en forma regular, por lo que también corren riesgo de perder los trasplantes al no contar con los mismos.
Finalmente, hablaron sobre las condiciones en las que se encuentran la mayoría de las unidades de diálisis en Barquisimeto, donde los aires acondicionados están dañados. Hasta el momento y pese a los innumerables llamados, no ha habido una respuesta a las solicitudes.
Señalan que con eso, el riesgo de contaminación aumenta al no contar con aires acondicionados operativos. Las máquinas necesariamente deben funcionar en un ambiente climatizado, de lo contrario también corren el riesgo de terminar de averiarse.