Los maestros de Apure volvieron a las calles, firmes y de pie, este jueves 27 de julio para exigir nuevamente a las autoridades nacionales y regionales sus reivindicaciones salariales y así alzar sus voces con rebeldía ante las arbitrariedades del régimen.
María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com
José Martín Paredes, presidente del Sindicato Único del Magisterio (SUMA) y coordinador del Comando Regional Intersindical del Magisterio en Apure, denunció que la administración de Nicolás Maduro y el gobernador del estado Apure, Eduardo Piñate están a espaldas de los intereses de los educadores en la entidad llanera.
“El magisterio apureño no se rinde a pesar de que el Gobierno no da respuestas a nuestras solicitudes, porque le estamos dando una lección al pueblo de persistencia y de convicción, pese a las adversidades. Queremos un salario que dignifique el ejercicio de la profesión docente, restitución de los beneficios de la seguridad social de los educadores y una convención colectiva que recoja los derechos y beneficios que ha perdido y reclama el magisterio, y se garantice una educación pública de calidad”, apuntó Paredes.
Según el sindicalista, toda carga económica y social está en la espalda de los trabajadores. “El Gobierno ha hecho muy poco para hacer una negociación seria con los organismos internacionales para buscar una salida a este problema sufrido por los trabajadores venezolanos”, apuntó el también profesional de la educación.
El gremialista apureño calificó como infructuosas las mesas de trabajo entre la administración de Maduro y los representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque a su juicio, esas reuniones no fueron beneficiosas para el gremio docente.
“Solo lograron homologar y bonificar el salario de los trabajadores, acabaron con las prestaciones sociales. El Gobierno nos tiene bloqueados, pues eliminó el 50 % de las primas y del salario, y siguen aplicando un instructivo ilegal, írrito e inconstitucional, creado para confiscar nuestro salario”, puntualizó.
Desde el inicio de las manifestaciones de calle de los educadores, en enero de 2023 hasta la fecha, no se ha generado ningún acercamiento entre los gremios de educadores y el gobernador de Apure.
“El gobernador Piñate está aislado del magisterio. Se convirtió en el enemigo público número uno del magisterio regional, porque fuimos despojados de la convención colectiva, que resume derechos conquistados desde 1969. Piñate eliminó todos los beneficios de un solo plumazo, migró a los educadores estadales al Ministerio de Educación y aplicó reducción de salarios a los maestros. Le hemos enviado muchos oficios y jamás ha dado respuesta, ha traicionado el ejercicio de la profesión docente.”, destacó Paredes.