El dirigente político de Primero Justicia, Julio Borges, se refirió en su columna en Infobae al desbordamiento de la migración venezolana, si no se concreta el cambio político en 2024. Añadió que la continuidad de Maduro sería mortal para Brasil y Colombia por su cercanía con Venezuela y la profundización del problema de migración y crimen organizado. A su vez, criticó la posición del presidente Lula Da Silva sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela.
“La posibilidad de un cambio político en el 2024 mantiene en el refrigerador el proyecto migratorio de innumerables venezolanos, aspirando reencontrarse con sus familiares en suelo patrio y no en el exterior. Sin embargo, ese anhelo está atado a una circunstancia exógena: la posibilidad de elecciones competitivas que deriven en una transición democrática en Venezuela”, sostuvo Borges.
El dirigente de la tolda amarilla también alertó sobre la profundización de los problemas fronterizos, si Maduro continúa en el poder. “La continuidad de Maduro también será la continuidad del crimen organizado que actualmente está fortaleciendo las redes de delito que hay en Brasil y en Colombia, y que se nutren del oro venezolano, así como del narcotráfico. Grupos delictivos que encuentran en el Estado fallido venezolano las mejores condiciones para su propagación, llegando incluso a establecer relaciones con megabandas venezolanas que azotan las ciudades principales de estos países”, sentenció.
Asimismo, agregó que aún no se ha visto lo peor de la migración venezolana e invitó al presidente de Brasil a hablar con los migrantes que están en su país. “Los más de 50.000 venezolanos que se han ido a Brasil este año son un portazo en la cara a la intención de Lula Da Silva de blanquear a Maduro. El presidente debería acercarse a cada uno de estos venezolanos y preguntarles el motivo de su exilio, estoy seguro que ninguno dirá que es una narrativa la persecución política y la crisis humanitaria causada por el régimen”.
Por último, Borges agregó que la organización de la diáspora en Brasil es fundamental para presionar por cambios en la posición del gobierno de Lula con respecto a Venezuela.