“No tuviste piedad por mi madre”, indicó Óscar a su amigo Nicolás Ezequiel Medina a quien invitó a su casa a tomar algunas cervezas; sin embargo, Nicolás tenía un plan para quedarse solo con la mamá de su amigo Marisa Coliman de quien se obsesionó y buscó abusar sexulmente de ella, pero al no conseguirlo la atacó con una arma filosa para perpetuar el femincidio.
Por Heraldo
El crimen sucedió en el pueblo Luis Beltrán en Río Negro en Argentina. La idea de Nicolás Medina fue ir a la casa donde vivía la mujer con la que estaba obsesionado y era la mamá de su amigo. Al caer la noche, el feminicida pidió a Óscar si podía quedarse a dormir en su casa dado que era muy tarde. Tras aceptar, Nicolás pidió a su amigo si iba a la tienda a comprar más cerveza.
La mujer fue apuñalada 35 veces
Cuando Nicolás y Marisa Coliman se quedaron solos en la casa, el joven trabó la puerta de la entrada con un tronco que estaba afuera del hogar para intentar abusar sexualmente de ella. Aunque la mujer intentó resistir el ataque, finalmente fue asesinada con 35 puñaladas que Nicolás le dio al no poder conseguir abusar de ella.
Nicolás escapó de la casa a bordo de una motocicleta que escondió cerca de la casa para llegar a su hogar. “Se fue a su casa y se bañó”, señaló Carlos Coliman, uno de los hermanos de Marisa en entrevista con el medio local El Trece, quien indicó que el padre del feminicida fue el que entregó a su hijo a las autoridades medida hora después de cometer el asesinato.
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