El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó este jueves a las autoridades rusas de “chantaje” por su reciente retirada del acuerdo para exportación de cereales ucranianos, en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El jefe de la diplomacia estadounidense, que preside una reunión sobre inseguridad alimentaria en la sede de la ONU en Nueva York, dijo a los 15 miembros del máximo órgano de Naciones Unidas para la garantía de la paz en el mundo, que “el hambre no debe convertirse en arma” de guerra.
Asimismo acusó a Rusia de provocar un “asalto” al sistema alimentario mundial a raíz de la invasión de Ucrania en febrero del pasado año y su retirada en julio de la llamada Iniciativa del Grano del Mar Negro, que había permitido la exportación de cereales ucranianos durante el último año.
Las autoridades rusas rechazaron prolongar el acuerdo, lo que está repercutiendo en el aumento de los precios de los alimentos, que afecta sobre todo a los países más desfavorecidos.
“Cada miembro de este Consejo, cada miembro de Naciones Unidas debería decir a Moscú basta, basta de usar el mar Negro como chantaje”, dijo Blinken, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad.
“Basta de utilizar a la población más vulnerable del planeta. Basta de esta guerra injustificada y desmedida”, instó.
El acuerdo, firmado en julio de 2022 y respaldado por la ONU y Turquía, que ejerció de facilitador entre Ucrania y Rusia, permitió la venta de grano ucraniano a pesar de la guerra.
Moscú exige garantías sobre otro acuerdo para sus propias exportaciones, en particular de fertilizantes y productos agrícolas.
Los drones rusos dañaron el miércoles un puerto ucraniano en el Danubio, en un nuevo ataque de Moscú contra instalaciones vitales para la salida de grano de Ucrania.
Blinken dijo que los precios de los cereales han subido más de un 8% en todo el mundo desde el fin del acuerdo.
Washington tiene la intención de hacer público un “comunicado conjunto de condena del uso de los alimentos como arma de guerra” adoptado al margen de la reunión, que ya han firmado 91 países, declaró Blinken a ABC News.
Blinken también anunció 362 millones de dólares para financiar programas de combate a la inseguridad alimentaria y la malnutrición en una docena de países africanos y en Haití.
Unos 345 millones de personas en 79 países sufren inseguridad alimentaria aguda.
Además de los conflictos armados, los efectos del cambio climático contribuyen al hambre en muchos de estos países.